La verdad es que a mí me resulta muy incómodo por eso al ver esta noticia me he sorprendido muy positivamente. Se trata de una idea muy sencilla pero que puede ser muy útil: rediseñar el aspecto y el tamaño de las tarjetas de embarque.
La idea ha sido del diseñador Peter Smart quien se dio cuenta de lo poco útil que eran las tarjetas que se usan actualmente y decidió buscar cual es la información más esencial que debe conocer el pasajero en todo momento (y que le van a pedir).
Otra funcionalidad, es una doblez que permite que podamos ver cuando sea necesario, otra información muy importante: la hora de embarque, la terminal, la puerta y nuestro asiento para cuando estemos dentro. Además, la estructura es más simple, la información más visible y te muestra los datos de meteorología prevista para el lugar de destino.
Sin duda alguna este diseñador ha dado con una idea estupenda que parece mentira que no existiera antes.