Un nuevo inicio

Publicado el 03 julio 2017 por Carlosgu82

Enfrente de todo mundo, Sarah era lo que podría llamarse un modelo a seguir. Excelentes calificaciones, jamás en fiestas, y mucho menos, en líos amorosos. Pero sin que la madre de ella lo supiera,  la jovencita había encontrado una motivación para desafiar el statu quo de su hogar mono parental. En la red, el destino la había hecho toparse con un espíritu afín, con quien, discretamente, había comenzado a compartir sueños y anhelos. Ella lo había tenido que hacer de esa forma, porque Simone, su progenitora, se aferraba con unas y dientes a la idea de no dejar ir a su única hija. Pero por más que las dos trataran de evitarlo, en un día lluvioso finalmente llegó la temida confrontación. Sarah llevaba entra las manos una maleta, y afuera de la casa, la estaba esperando su amado

— ¿En qué momento te di permiso en que salieras con ese hombre? —Vociferó con rabia la madre— ¡Y mucho menos te permití que te fueras a vivir con él!

—En ningún momento. ¿Pero qué crees? No necesito de tu venia para hacer esto—replicó con serenidad total Sarah.

— ¡Vaya chiquilla altanera! —Bramó la mujer mayor— ¿Acaso se te olvidó en un minuto que yo fui la que te dio, y que por lo mismo, tengo todo el derecho a decidir lo que hagas con ella?

Sarah se le quedó viendo en silencio absoluto. Sus serenos ojos azules se llenaron de una furia inaudita, pero, no dejó que ese sentimiento la dominara.

—Lo siento, mamá. Esta vez, no te voy a hacer caso. Mi felicidad va de por medio, y te guste o no, voy a ir tras ella.

Y sin decir más, la joven tomó su maleta, y con pasos firmes, se dirigió hacia la puerta.

— ¡Te vas a arrepentir! Verás cómo vas a regresar llorando para que te deje entrar de nueva cuenta a la casa— alcanzó a chillar la mujer mayor.

Pero Sarah no quiso ni siquiera voltear hacia atrás. Minutos después de haber cruzado el lumbral, el familiar roce de una suave mano le hizo saber que tal vez, el dolor quedaría atrás. Una nueva vida la estaba esperando. Valía la pena arriesgarlo todo por un poco de esperanza.