Hace un tiempo, en la última Asamblea del PSOE local en Cádiz, unos compañeros presentamos una candidatura alternativa, que tuve el honor de encabezar, y que fue derrotada por la, llamémosle oficialista, que lideraba el Secretario General. A pesar de los numerosos fracasos electorales del PSOE en la ciudad desde la llegada del PP ¿décadas?, todo parecía indicar que la mayoría de los militantes preferían seguir con la misma línea y obviaron apoyar otra más renovadora. Hoy saco de nuevo este tema porque me he enterado por la prensa, aunque extraoficialmente ya se sabía, que parte de los compañeros que iban conmigo en esa lista alternativa, han creado un nuevo partido local, le han llamado "Ciudadanos por Cádiz". No han sido muy originales en el nombre, pero no cabe duda que si éramos pocos, ahora divididos seremos quizás menos. No critico la actitud de cada uno en expresarse y en encontrar los cauces que considere oportuno para mejorar su ciudad o incluso su país. Pero lo que late en el fondo de todo esto es el desencanto de mucha gente que ve cómo las opciones mayoritarias de la izquierda se quedan anquilosadas en viejos aparatos donde, aún presumiendo el batacazo, se prefieren mantener los esquemas con tal de que a uno no le muevan el sillón y sobre todo no le quiten la jugosa nómina que recibe. Pero claro, todo esto pueden ser juegos florales si mañana, como es previsible vuelve a ganar el PP en Cádiz, en Sevilla o en Madrid. Y siempre estamos con la doble moral del "mal menor", de votar tapándonos la nariz, de votar "lo menos malo", y siempre nos dan a los de siempre con la misma receta... por ello es normal que algunos, como estos compañeros, cojan por la calle del medio y se líen la manta a la cabeza. No les acompaño en el viaje pero les entiendo y les deseo lo mejor.