Se iban poniendo los pilares de la democracia que iba llegando a nuestro País. Unos pilares que con el tiempo se han resquebrajado, pues el Partido Comunista y la izquierda radical no están siendo leales con el régimen constitucional español.
Y es que este es un Partido Comunista reniega de todo lo que sea España, desde el himno a los colores de la bandera, desde el escudo al Jefe del Estado; un Partido Comunista que no ha sido leal al compromiso adquirido (y obligado por Ley) de respetar esa misma ley y a las instituciones y símbolos del estado. Un Partido Comunista al que no le importa que se rompa España y que, de hecho, así lo defiende. Un Partido Comunista que aplaude y justifica a dictaduras como la cubana, la venezolana, entre otras muchas, y los más radicales hasta la de Corea del Norte. Un Partido Comunista que no condena atentados contra cristianos y que justifica los de los islamistas radicales. Porque los comunistas casi siempre encuentran justificación al terrorismo, claro, cuando es cercano a sus postulados. Y ayer mismo muchos comunistas en Twitter utilizaban el hashtag #CarrilloTraidor para criticar al líder del PCE de la transición por aceptar la legislación vigente y comprometerse a cumplir con la misma. Algo que ahora el Partido Comunista también debería hacer, y sino ser ilegalizado, porque hay razones para ello.