Hay gente para todo como se suele decir vulgarmente. Pues yo debo ser uno de esos, siempre me hacía ilusión poder ver un partido de hockey sobre hielo, sí esos que salen a veces por un telediario o algún detalle en un espacio deportivo, donde se muestra jugadores en peleas.
Visto así popularmente pues vale, pero hoy quiero ofrecer una perspectiva diferente a este deporte que en EE.UU. es uno de los más populares.
Tuve la ocasión de sentarme en el Staples Center y disfrutar de un atractivo enfrentamiento de la NHL entre Los Ángeles Kings y Montreal Canadienses.
Lo primero que me llamó la atención fue la gran cantidad de aficionados procedentes de Canadá que había en la cancha. Se mezclaban en las gradas con los fans de Los Ángeles Kings, repartidos por todos lados. Era fácil diferenciarlos por el color de las camisetas.
El comportamiento de los hinchas durante los 3 tiempos que dura el partido era ejemplar, como si fuesen amigos, disputas siempre cómicas pero nunca con violencia, me parece un dato a tener en cuenta "disfrutar de un evento sintiendo los colores de tu equipo, pero sin llegar al mal genio".
Porqué me pareció curioso, pues sencillo, estámos acostumbrados a ver partidos de fútbol donde se apartan siempre los aficionados de diferentes equipos para que no exista problemas de seguridad. Aún así los hay y terminan en muchas ocasiones muy mal.
Dejando aparte esta reflexión, me pongo dispuesto con mis nachos y refresco a disfrutar del encuentro. Antes del comienzo, pues toda la locura americana de espectaculares efectos de sonido e iluminación, llamativa presentación de los equipos, himnos cantados acapella y todo eso que ya sabemos que se llama EE.UU.
No voy a relatar todo el encuentro para no aburrir, pero el resultado final fue de Los Angeles Kings 3 Montreal Canadienses 5. Un juego que me pareció muy atractivo para el espectador, pero que en España y muchos países se vende como un deporte concebido para ver peleas.
Si algún día estáis por Los Ángeles, recomiendo más que la NBA ver un partido de hockey sobre hielo. No te arrepentirás.