El día 25 tienen lugar los comicios de las Elecciones al Parlamento Europeo en España, Portugal, Italia, Alemania, Suecia y, en definitiva, en la mayoría de países miembros de la U.E. En el Reino Unido y en Bélgica, fue el pasado 22 de mayo. Además, en Reino Unido las Europeas coinciden con las Municipales.
Incluso los resultados de las votaciones ya realizadas (ingleses y neerlandeses) deberá esperar al domingo por la noche. No habrá resultados hasta que cierre el último colegio electoral (Italia, 23:00). No obstante, sabemos que la participación ha sido baja, y que el auge de los llamados euroescépticos es muy probable.
Los países miembros, por colores según fecha de votación. ArnoldPlaton.
La idea de la sociedad sostenible del futuro implica algo más que el uso de energías renovables, la minimización de la dependencia y la maximización de la eficiencia. Esta idea contiene la visión de una sociedad que no discrimine a nadie por haber nacido en un sitio u otro, que priorice la unidad frente a las fronteras, que considere implícitamente la falibilidad humana (y que, en consecuencia, sea democrática y tolerante), que se adapte a los cambios. Un auténtico partido del futuro debe cumplir:
1. Que propugne la independencia energética de Europa, principalmente mediante la sustitución de combustibles fósiles por fuentes renovables. No es imperativo que quiera desmantelar inmediatamente la energía nuclear, que, aunque no renovable y algo menos segura, es bastante limpia. Eso sí: entre renovables y fisión nuclear, renovables.
2. Que comprenda la situación actual, al margen de consideraciones ideológicas, para elaborar su política económica. No corren tiempos para pensamientos estáticos e inamovibles, y afortunadamente no creo que vuelvan a correr. No debemos fiarnos de quienes nos vienen con soluciones universales para todo. ¿Qué tipo de partido prefieres: el que, ante un problema, no tiene más que mirar la solución que dan sus Estatutos, o el que estudia ese problema por separado, de forma individual? Puede que la mejor solución sea una cierta regulación, puede que sea un subsidio, puede que sea una privatización. Cada asunto es distinto.
3. Que sea europeísta y no nacionalista. En estas Elecciones, se espera el crecimiento de los partidos contrarios a la Unión o escépticos con ella, habitualmente de disposición más o menos conservadora. Por otro lado, el euroescepticismo no debe confundirse con la descentralización; lo primero implica lo segundo, mas lo segundo no implica lo primero. Se puede propugnar la descentralización y defender un modelo de Unión Europea no necesariamente menos fuerte. La cooperación y la centralización no tienen por qué ir de la mano.
4. Que defienda y aplique la transparencia en todos los niveles. Hace tiempo que Europa dejó atrás su minoría de edad. Los militantes de un partido se merecen una transparencia interna, y los ciudadanos merecemos que se nos diga la verdad y que no se nos oculte información. La implementación de sistemas eficaces de control de la corrupción en todos los países es fundamental.
5. Que apueste firmemente por las instituciones democráticas. ¿Será nuestro voto para el Parlamento a un candidato que prefiera que dicho Parlamento tenga poca relevancia? Preferiría que no. El Parlamento Europeo, que ha de representar la voluntad de los ciudadanos de la U.E., debe primar sobre el Consejo y el Eurogrupo, más susceptibles a intereses nacionales.
6. Que no se desentienda de los países no industrializados. Sus problemas son también nuestros, en mayor o menor grado. En primer lugar, porque hablamos de seres humanos no menos valiosos que nosotros, que merecen nuestra atención y ayuda. En segundo lugar, porque su tasa de natalidad es excesiva, posible causa de un futuro insostenible a nivel mundial. Finalmente, porque nosotros también tenemos cosas que ganar al cooperar con ellos.
Hemiciclo. Saibo.
He de aclarar que escribí estos requisitos sin leer previamente ningún programa electoral. El propósito fue que mi juicio final fuera lo más imparcial posible. Con un puñado de partidos españoles en la mente (Ciudadanos, Los Verdes, Podemos, UPyD, Equo…), habiendo excluido PP y PSOE por su demostrada incompetencia y falta de transparencia, comencé a visitar sus sitios web. También he visitado los de algunos grupos parlamentarios europeos, evitando a los euroescépticos y a los conservadores (que, en el caso más habitual, coinciden).
Realmente, no he encontrado ningún partido que sea un claro adalid de los seis requisitos a la vez. Pero lo más aproximado, para mi sorpresa, ha sido UPyD. UPyD defiende la transparencia y la democracia como mensaje principal, promueve una política energética común y las energías renovables, es europeísta, no es ni socialista ni liberal en política económica (depende del caso). No me esperaba que prestase atención al requisito 6, pero en su programa electoral se encuentra este punto:
- Eliminación de aranceles para productos agrícolas y ganaderos con los que los países en vías de desarrollo traten de comerciar con Europa.
Esto es sencillamente necesario.
Francisco Sosa Wagner. UPyD.
IU insiste mucho más en la cooperación con los países no desarrollados, pero incumple otros requisitos (2 y 4). En general, los partidos integrados en el grupo European LEFT enfocan cada problema de la misma manera, no comprendiendo que el balance correcto entre los mercados y los gobiernos depende de todas y cada una de las circunstancias posibles. Al menos, los socialistas y populares europeos parecen comprender mejor esto, pero su retórica y sus acciones evidencian que siguen considerando a la ciudadanía en un estado de minoría de edad –que nos toman por tontos, dicho de otro modo.
Mi apoyo va, de momento, a la candidatura de Sosa Wagner.