Con este sencillo plano os podéis hacer una idea de la distribución de los monumentos de Aosta.
AOSTA ROMANADe la época romana quedan bastantes monumentos, algunos de ellos en un aceptable estado de conservación, mientras que de otros, como el foro, no queda apenas rastro. En la llamada “Roma de los Alpes” podemos visitar:
ARCO DE AUGUSTOSe trata de un arco triunfal que data de la época de la fundación de la ciudad. Se construyó entre los años 25 y 23 aCpara conmemorar la victoria sobre los salasios y para rendir homenaje al emperador Augusto. Se encuentra en la parte este de la ciudad, en la Vía Galia que unía Francia con Italia a través de los Alpes y sobre el Decumano(nombre que se da a una calle con orientación este-oeste en una ciudad romana).Está construido en piedra conglomerada y su estructura es bastante sencilla, de un solo arco de medio punto de 8.89 metrosde ancho y 11.50 metrosde alto. La altura total es de 17 metros y tiene diez columnas corintias. Su decoración mostraba escenas de guerra que posiblemente estaban en los nichos de la fachada pero que desgraciadamente ya no se pueden observar. De hecho, el arco presenta un estado de erosión importante. En el siglo XVIII y debido a un problema de filtraciones de agua, se sustituyó el ático original por el tejado de pizarra que aún conserva.
PORTA PRAETORIAEstá situada en la parte oriental de las murallas y era la entrada principal a la ciudad, la más importante de las cuatro que daban acceso al interior de la muralla. Se construyó tras la conquista de la ciudad, en la misma época que el puente y el Arco de Augusto con el que se encuentra alineada. Las dos aberturas laterales eran para el paso de viandantes mientras que la abertura central, mucho más ancha, estaba destinada a la circulación de los carros.
TEATRO ROMANOParticularmente es el monumento que más me gustó de Aosta. Lo encontraremos a muy pocos pasos de la Porta Praetoria. Impresionan sus 22 metros con arcos superpuestos que corresponden a los restos de la fachada sur. Parece ser que el teatro tenía una cubierta fija, aunque no quedan evidencias de ello. Igual que ocurrió en otras ciudades romanas, tras la caída del Imperio, principalmente durante la Edad Media, muchos edificios se adosaron al teatro y el monumento como tal pasó desapercibido durante varios siglos. Gracias a las obras de recuperación todos estos edificios fueron demolidos quedando al descubierto esa parte de fachada. Se han identificado también la orquesta y las gradas del auditorio que, según se calcula daban cabida a unos cuatro mil espectadores.
CRIPTOPÓRTICO FORENSEEl criptopórtico es un lugar muy interesante, se trata de una larga galería de tres brazos con pasillos separados por arcos cuya función no se conoce exactamente. Si hasta hace pocos años se defendía la teoría de que su función había sido la de almacén militar (horreum), ésta se ha descartado. Por su situación, se deduce que los criptopórticos hacían de enlace entre los lugares sagrados (templo, donde actualmente se levanta la catedral) y los lugares públicos (foro).
AOSTA MEDIEVAL
Siguiendo nuestro recorrido cronológico, y antes de adentrarnos en plena Edad Media, podemos visitar las ruinas de la
BASÍLICA PALEOCRISTIANA DE SAN LORENZO.La verdad es que hace falta una buena dosis de imaginación para ver cómo era esta basílica cruciforme paleocristiana, Concilium Sanctorum o Asamblea de los Santos, construida sobre las tumbas de los primeros mártires, entre ellos los obispos Grato, Agnello y Gallo que vivieron entre los siglos V y VI.Las ruinas se encuentran bajo la antigua Iglesia parroquial de San Lorenzo.
CONJUNTO MONUMENTAL DE SAN ORSO
IGLESIA COLEGIATA (S. XI)Las excavaciones han determinado que este gran conjunto monumental está construido sobre lo que habría sido una gran necrópolis extraurbana de la cual también formaba parte la basílica paleocristiana de san Lorenzo comentada anteriormente. En el siglo IX, la iglesia se reconstruyó completamente, ampliándola y se añadieron tres ábsides en la fachada oriental. La iglesia románica actual corresponde al siglo XI. Su planta está dividida en tres naves que terminan en ábsides semicirculares. En su interior, destaca la antigua cripta románica, el coro de madera (S. XV) y los frescos de la parte superior de la nave central (S.X-XI) los cuales quedan en gran parte cubiertos por las bóvedas y sólo pueden visitarse con un guía.
TORRE DEL CAMPANARIOLa torre del campanario se construyó en el siglo XII como parte del sistema defensivo de la muralla. Para edificar la base se utilizaron piedras de antiguos monumentos romanos. La parte superior corresponde al siglo XIII.
Y cuando el cuerpo pida un descanso, podemos sentarnos en una de sus terrazas a degustar un menú valdostano acompañado de una copa de vino del valle.
El queso fontina es el más característico de la provincia de Aosta pero también se elabora el rico queso azul. También los embutidos, la carne de caza, las castañas o el pan con pasas.Sus vinos tienen DO Valle d’Aosta/Vallée d’Aoste. La parte central del valle produce principalmente vinos blancos mientras que los tintos se elaboran en el valle bajo.Genepi y Herbelet son los licores más conocidos.AYUNTAMIENTOLa sede del ayuntamiento es un gran palacio neoclásico que ocupa todo el lateral de la gran Plaza Emile Chanoux. Se construyó en 1839 en el lugar donde había un convento franciscano. Las dos fuentes de la fachada simbolizan los dos ríos de la ciudad, el Baltea Dora y Buthier
Aosta tiene un patrimonio excepcional, animadas calles llenas de tiendas y restaurantes pero -según mi gusto- le falta el encanto de los pequeños pueblos del valle. Faltan flores, faltan detalles, tiene pocos tejados de pizarra y demasiados edificios impersonales. Por ello, os propongo la siguiente parada: Pré-Saint-Didier.
PRÉ-SAINT-DIDIERPara complementar la visita y si os viene de paso, merece la pena hacer un alto en el pueblo balneario de PRÉ-SAINT-DIDIER, que se encuentra a unos 30 kilómetros en dirección Courmayeur. En la época de los romanos ya tenía interés por sus aguas termales. El pequeño pueblo está situado en la confluencia de la Doire de Verney y la Doire Baltée a una altitud de 1001 metros. Caminamos por el sendero paralelo al río hasta el puente de piedra de donde cae un chorro de agua caliente. Por aquí se encuentran edificios abandonados que corresponden a los antiguos balnearios.
Puente de piedra
A pocos metros del centro y siguiendo el río se encuentra el Orrido, que podríamos traducir como barranco, un cañón natural, estrecho y profundo por donde corren las aguas de la Doire de Verney. En la parte más elevada hay un mirador sobre el barranco y el río.Aunque los romanos ya usaban sus aguas, la época de oro del termalismo fue a mitad del siglo XVII, pero actualmente y con instalaciones más modernas, la gente sigue beneficiándose del agua que sale entre 22 y 36 grados, todo un lujo en aquellos fríos parajes.Balneario
El pueblo es diminuto pero con mucho encanto, lleno de flores por todas partes, como a mí me gusta.