Hoy vengo con una entrada que espero que os guste a todos. En mi viaje por Galicia para conmemorar mis bodas de plata he descubierto parajes increíbles. Salvo un par de días con un clima insoportable de viento y lluvia, en rasgos generales el tiempo a sido fantástico. Aquí os dejo un pequeño resumen.
El viaje comienza con la entrada en la gran ciudad de León. Allí, majestuosa se alza la catedral, una de las más bellas e importante de España. Nos encontramos un casco histórico con una gran feria medieval que abarcaba todo el casco antiguo con unas maravillas de artesanía incomparables. Unas raciones de cecina culminan el día.
Seguimos nuestro viaje hacia Ponferrada haciendo un alto en el camino en la ciudad de Astorga. Sus chocolates y mantecadas nos endulzan el viaje. Y es aquí donde sin imaginarlo nos topamos con el castillo de Gaudí, una maravilla de la arquitectura.
Y después de comer ponemos rumbo a Ponferrada, donde hace gloriosa la entrada a la ciudad el gran castillo de los templarios del siglo XIV
Es visitable, aunque queda muy poco en buen estado de conservación merece la pena verlo.
Así como también merece la pena entrar al museo de radio dedicado a Luis del Olmo, hijo predilecto de Ponferrada.
Estas son las vistas que se veían desde el hotel. Una autentica maravilla.
Al día siguiente partimos hacia A Coruña, esto ya una gran ciudad donde las vistas del hotel como en Madrid. Lo mejor cuando por fin llegamos al puerto al atardecer
y recorremos el paseo marítimo bordeando toda la costa hasta llegar al estadio del Riazor. Unos seis kilómetros a pie que nos metimos al cuerpo. haciendo como no, parada obligada en la torre de Hércules, ya metidos en plena noche.
Y aquí, en la plaza mayor de A Coruña donde también era fiesta , elaboraron una gran alfombra de flores naturales
Y una vez en A coruña, visita obligada a Santiago de Compostela donde como siempre, estaba llenísimo de visitantes.
Después de pasar el día en Santiago que no teníamos alojamiento, bajamos a Cambados, un pueblo precioso donde nos alojamos en una casiña mariñeira, todo un placer para los sentidos. Como llovía intensamente no tomé muchas fotografías, y nos fuimos a visitar O Grove que era la fiesta del marisco. Aunque nosotros no somos nada marisqueros encontramos cosillas que nos alegraron mucho el día a pesar del fuerte viento y lluvia que nos tocó pasar ese día.
Unas navajas extraordinarias, paella de marisco, mejillones a tutiplen, empanadas, vieiras, berberechos y un largo etcétera. Eso si, siempre sin salir de la carpa, cada vez llovía más. Nos quedamos sin ver las mejilloneras desde el catamarán, pues no salía el barco si no éramos mínimo diez personas, y el tiempo no acompañaba lo más mínimo y la mar estaba revueltísima.
Después de dos días por esa zona pusimos rumbo hacia Orense, dode la idea inicial era hacer la ruta de las termas, pero como no hubo manera de encontrar alojamiento cerca de la ciudad, visitamos el casco antiguo y nos adentramos en la Ribera Sacra. Todo un descubrimiento. Un gran lujo para los sentidos. En Xunqueira de Espadañedo ya estás en plena ribera Sacra. Grandes bosques de castaños alegran las riberas del río Sil, el principal afluente del Miño.Unos paisajes extraordinarios en pleno monte con montones de monasterios en los sitios más recónditos de la zona. Esto es lo que se ve desde el pueblo de Xunqueira.
Y al día siguiente a Monforte de Lemos. En lo alto podemos divisar el parador nacional desde donde las vistas son más que extraordinarias.
Un ambiente que te transporta a la edad media. Esto es un pasillo por donde se va a las habitaciones.Y esto es lo que se ve desde la ventana de la habitación. Relax total.
Al día siguiente, nuestro viaje culmina con la visita y hospedaje al parador nacional de Santo Estevo, también en la Ribera Sacra. Se alza entre grandes bosques de robles y castaños en los cañones del Sil.
Este es uno de los claustros. El monasterio se puede visitar, con plano en mano pues es muy grande. Un viaje inolvidable y maravilloso para celebrar mis veinticinco años junto con mi marido, compañero, amigo.. Me ha más que encantado Galicia, me he acordado mucho de todas mis amigas blogueras de estas tierras, y aunque no sé donde vivís cada una, por cada rincón que paseaba me preguntaba si alguna de vosotras viviríais por ahí. Me han quedado muchas cosas pendientes, sin duda volveré..
Y al emprender nuestro viaje de vuelta, en uno de los pueblos nos desean buen viaje.(Las latas y desperdicios que no falten).