Desde hace tiempo tenía una cita pendiente con la costa lucense, y que lo diga la hija de un nacido en Lugo, tiene pecado, y mucho. En mi defensa debo decir que siempre que visitaba la tierra natal de mi padre, nos íbamos a su pueblo, en el interior de la provincia y de allí apenas nos movíamos.
Pero hace tan solo un par de semanas, una celebración familiar nos dio la oportunidad de saldar esta cuenta pendiente. Tan solo fueron dos días, en los que la meteorología nos dio un respiro, y pudimos pasear por sus pueblos pesqueros, bañarnos en sus aguas y disfrutar de su gastronomía.
Nuestro campamentos base se encontraba en la villa de Viveiro, y desde fue fácil moverse a otros destinos. Dedicamos más a conocer la parte de la costa, pero quedamos con muchísimas ganas de adentrarnos en sus bosques, sobretodo en el Souto da Retorta, un precioso bosque de eucaliptos gigantes. Tendrá que esperar para nuestra próxima visita, la cual espero que llegue pronto. Al menos, no será por ganas.
No tengo mucho más que contaros, creo que es mejor dejaros pasear tranquilamente a través de las fotografías. Espero que lo disfrutéis.