Llegamos a la pequeña, bulliciosa y animada ciudad de Logroño por la tarde -noche y of course nos dirigimos a las famosas calle Laurel, San Agustín y San Juan. Impresionantes aquellas barras llenas de pinchos o tapas donde cada bar tiene su especialidad. No los he probado todos, jajaja en una noche es imposible, lo que si te recomiendo es que no dejes pasar los Champis del Bar Soriano ( riquísima su salsa secreta)y Angel, me gustó más el del primero, el matrimonio de anchoas, boquerón y pimiento verde de Blanco y Negro, el bocatita de jamón de Tapa Negra, los embuchados y los ajos asados de Achuri (por cierto jugador del Real Oviedo en los 60), la zapatilla del Villa Rica, la tortilla rellena de bacalao con salsa de tomate picante de Paganos, todos en Laurel o una excelente ensalada de tomate y un bocatín de anchoa con piparra picante, en El Soldado de Tudelilla en San Agustín
Por supuesto, pincho y pote, en mi caso el blanco de rueda de Marqués de Riscal (ya hablaremos en otro post) y byJose tinto crianza de los preciosos viñedos de La Rioja.
Nos quedamos con las ganas de probar el pincho moruno de Tío Agus (en obras) en Laurel, las brochetas de Tastavín en San Juan y el entrecotte laminado con patatas y pimiento riojano de La Canilla y el Cochinillo Crocante de Las Cubanas en San Agustín.
Al día siguiente por la mañana teníamos una cita muy especial, visita y cata en la Bodega Ysios en Laguardia.
Es una pequeña, moderna y preciosa bodega de la Rioja Alavesa, diseñada por Calatrava, en madera y aluminio natural.