Un paso al frente

Por Ana María Ros Domínguez @anaroski

Mi madre siempre contaba la historia de Simeón el novio del pueblo de mi tía abuela María. Lo mataron en la guerra, la verdad que nunca me dijeron si lo mataron un bando u otro, porque en casa sobre la guerra civil lo único que se me dijo es que fue una guerra horrible donde murieron personas en una lucha hermano contra hermano, pero jamás me inculcaron odio ni resentimiento hacia nadie. Pues cuando mi madre hablaba de Simeón el novio de su tía del pueblo que falleció en el frente, mi padre siempre hacía la misma broma.

¡Simeón! Si presente. Y claro como era el único que se llamaba así pues lo mataron. Y esta mañana me he acordado al levantarme de Simeón y de mi madre, y como no de la pobre de mi tía María que ya nunca más volvió a plantearse conocer a nadie más y quedó en soltería toda su vida. Pero esto es otra historia, que algún día os contaré.

Hoy quiero centrarme en eso, en un paso al frente, y en esa broma, que a mi a veces me sonaba de mal gusto que mi padre hacía. Dar un paso al frente significa en primer lugar ser valiente, en segundo lugar destacarse del pelotón, diferenciarse del rebaño, y cuando se da un paso al frente en la vida, pueden lloverte los tiros, las críticas, los insultos o al contrario las alabanzas y felicitaciones, o lo más equilibrado, ambas cosas.

Siempre habrá quien critique nuestra actitud, nuestro comportamiento, y nuestra forma de ser, pero también habrá quien lo valore, y quien te apoye. Las personas nos medimos no solo por nuestros amigos sino también por nuestros enemigos.

Muchas veces entre la valentía y la temeridad existe solo una delgada línea, y a lo largo de mi vida la he pisado alguna que otra vez. Hay que armarse de valor para dar ese paso al frente y echarte a las espaldas nuevas cargas, pero creo que eso es lo que Jesús nos pide que seamos valientes, que luchemos y que demos testimonio, y como no que soportemos la cruz, nuestra pequeña cruz, que nada tiene que ver con la que Él tuvo que soportar, hasta el punto de dar la vida por nosotros.

Estamos en Cuaresma, tiempo de conversión, y es el momento de pensar como volver a dar otro paso al frente, como posicionarnos ante esos pequeños retos diarios, o si quizás ha llegado la hora de afrontar un proyecto de envergadura.

¡Feliz miércoles a todos!