Cada día tengo más claro que la decisión sobre la excarcelación del terrorista Bolinaga fue consecuencia de una estrategia política. Una decisión que se englobaba en las “negociaciones” que se están llevando con los etarras y su entorno. Fue un gesto del Gobierno para con los terroristas, un error más del Estado, un paso más en su rendición.
Cada día tengo más claro que la decisión sobre la excarcelación del terrorista Bolinaga fue consecuencia de una estrategia política. Una decisión que se englobaba en las “negociaciones” que se están llevando con los etarras y su entorno. Fue un gesto del Gobierno para con los terroristas, un error más del Estado, un paso más en su rendición.