Ya estamos en casa, la consulta con la anestesista ha ido muy bien y ha sido muy rápida. Rayo es un niño sano y muy fuerte, sin ningún otro problema de salud. Su analítica estaba perfecta y no teniendo ningún antecedente, enfermedad o alergia, todo ha ido sobre ruedas. Una doctora muy amable y de trato agradable con el niño le ha explicado lo que le van a hacer, con una de las mascarillas que se usan en quirófano, con su bonito osito dibujado, le ha explicado que él solo tendrá que soplar por ella y pensar en el regalito que tendremos para él cuando despierte. Los ojitos de Rayo se han iluminado cuando ha oído la palabra regalo.
¿Fecha? pues puede ser en los próximos diez días sino antes. Según la propia doctora, el médico de mi hijo es muy tenaz, y si todo está bien, conseguirá un quirófano cueste lo que cueste, así es el cirujano, ¡un crack! El único inconveniente es que el nene tiene moquetes, un inoportuno catarro que comenzó ayer, pero es leve, de vías altas, moco y nada más. Así que para prevenir males mayores estos días se quedará en casa y no irá al colegio para evitar enfriamientos, cambios de temperatura o empeoramiento. A la doctora le parece muy acertado pues así le meten directamente en la lista de espera, sin la recomendación de esperar una semana para que se cure. Total, sino es este catarro puede ser otro, en esta fecha del año es algo habitual. Con mucho mimo, cuidados, y el calorcito del hogar, sé que esos mocos se irán en un par de días. Pero le voy a cuidar como oro en paño para asegurarme que llega al hospital en óptimo estado.
Así que hemos dado un paso más. El móvil me acompaña a todos lados porque sé que en los próximos días sonará. Ahora toca dejar todo preparado: en el trabajo, en casa, organizar la bolsa con lo necesario para mi y para el peque..... Por lo pronto esta misma tarde, le toca peluquería para dejar el pelo bien cortito que me le van a rapar media cabeza al pobre.
Me ha resultado raro ver fuera de la consulta un vídeo que tienen puesto para que los padres estemos informados, un vídeo con el procedimiento que se sigue. Donde se cuenta que los niños permanecerán solos en la REA, y que los padres solo podrán entrar en las horas de visita fijadas. Por eso os vuelvo a recordar que hay una petición en marcha que os animo a firmar para que los padres podamos acompañar a nuestros hijos en momentos tan duros como los que a nosotros nos toca ahora vivir. Si queréis firmar la petición podéis hacerlo pinchando aquí.