"Novillero" de Agustín Lara
Un domingo en la tarde
se tiró al ruedo
para calmar sus ansias
de novillero.
Torero, valiente.
despliega el capote sin miedo,
sin miedo a la muerte.
La Virgen, te cuida
te cubre su manto, que es santo
mantón de Manila.
Muchacho, te arrimas,
lo mismo en quite gallardo
que en las banderillas.
Torero, ¡quién sabe!
si el precio del triunfo
lo pague tu vida y tu sangre.
Yo espero que la vida, torera siempre, me deje desplegar el capote. No me importa si soy maletilla por diez años... tan sólo la idea de de una verónica templadita, suave como un día sin viento, tibia como las manos de mi madre. Yo espero que la vida me empuje pa' lante... que los derrotes me cojan con saña para mis heridas cicatricen y me levante. Que me lleven a la enfermería agonizante pero luego al borde del desastre repire de otros aires. Un aire de triunfo torero. Porque aunque no soy sino una lingüista que torea tal un toro que no es del toro suyo, le meto capotazos en pleno derrote... y trato de aguantar las volteretas...
Espero no perder la alegría de los primeros capotazos...
Espero convertirme en matador aunque sean puros bueyes en el corral del rastro...
Saludos a todos y diculpen que no escriba pero ando de espontánea y me ha llovido sobremojado.