Para disfrutar de una estampa típicamente japonesa como ésta no hace falta viajar a Japón, basta con hacerlo a Bruselas. Esta Torre Japonesa y sus jardines, herencia de uno de los caprichos del Rey Leopoldo II, es uno de los atractivos turísticos de Bruselas.
El Rey Leopoldo II mandó construir una réplica de una pagoda budista que vio en su visita a la Exposición Universal de París en 1900, en los terrenos de su palacio de Laeken en las afueras de Bruselas. El Rey encargó su diseño a un arquitecto parisino, Alexandre Marcel. La entrada de la torre japonesa fue construida por un carpintero japonés y los embellecimientos en madera y cobre son obra de artistas japoneses de Yokohama.
La Torre Japonesa de Bruselas tiene cinco pisos y una altura de 40 metros. En su interior alberga un museo donde se expone una colección de porcelanas japonesas de los siglos XVII, XVIII y XIX, y diversas obras de arte japonés.
Esta torre y su museo están abiertos para su visita. Sin embargo los jardines de estas fotos están en el recinto del Palacio Real de Laeken, donde vive la familia real belga, que permanece cerrado al público casi todo el año. Sólo es posible acceder a ellos durante un par de semanas al año en primavera cuando se abren los Invernaderos Reales de Laeken al público.