¿A quién no se le antoja pasar un fin de semana ahí?
Todo mundo pensamos en algún momento del año, al menos eso quiero pensar, en poder escaparnos del bullicio, el caos, y todo lo demás relacionado con las vidas ajetreadas que llevamos las personas que vivimos en ciudades grandes. Cualquiera que sea la situación o el motivo, todos queremos estar en un lugar alejados de todo eso, en el que simplemente podamos descansar, en toda la extensión de la palabra; buscamos un lugar donde podamos resetear nuestro cuerpo, y nuestro espíritu.
Nuestra experiencia con la Monarca fue increíble, puedes leer lo bien que nos fue en este post; sobre el descanso que nos tomamos, qué te puedo decir, digamos que fue exactamente lo que necesitábamos.
Por si sí, o por si no, había que tomar de esas aguas
El lugar al que llegamos se llama Agua Blanca, un balneario de aguas termales, que ahora es un resort, pero que en tiempos prehispánicos se trataba de un lugar al que la nobleza del pueblo Purépecha acudía para entrar en contacto con estas aguas, las cuales se les creía poseían propiedades curativas y rejuvenecedoras.
Para describir el lugar en unas cuantas palabras, digamos que es un lugar apartado en medio de naturaleza perfecto para desconectarse del mundo exterior.
¿Cómo llegar al Hotel Agua Blanca?
Si vas desde el Distrito Federal, te tomará aproximadamente dos horas manejando rumbo al Oeste por la autopista #15 México-Toluca-Zitácuaro. Una vez en Zitácuaro, continúas con rumbo al Noroeste hacia Tuxpan/Morelia. Pero bueno, más fácil ubicarte con un mapa:
Si decides irte en autobus, como nosotros lo hicimos, lo más fácil es desde la terminal de autobuses ubicada en Observatorio, de ahí compras boleto para Zitácuaro, el cual cuesta 400 pesos redondo. Una vez en la terminal de Zitácuaro, puedes tomar un taxi o preguntar por las “surianas,” así se les llama a a unas camionetas de transporte colectivo, para llegar hasta Jungapeo.
A la llegada al hotel, sólo hay que seguir el caminito hasta abajo, en donde te recibirán amablemente en recepción. Te asignarán tu habitación y te mostrarán las distintas actividades disponibles para los huéspedes.
Todos los cuartos con vista al jardín
Como mencionaba al principio, este es un lugar para desconectarse del mundo, incluso puedes separarte un poco de tu teléfono celular si lo deseas. Les puedes dejar el teléfono en recepción, y que sólo te pasen llamada en caso que se trate de una emergencia. También cuentan con servicio de wifi, para aquellos adictos como unos servidores, pero también es aconsejable dejarse de eso durante la estancia. Es más, las habitaciones no cuentan con televisor para darle aún más ese tipo de acercamiento con la naturaleza, y menos con la tecnología.
Nuestras primeras actividades
Cada quien es libre de tomar las actividades que desee, algunas son de cargo extra, y otras son libres de hacer en cualquier momento.
Actividades disponibles
Conocer la naturaleza
En la Cascada Velo de Novia se puede practicar rappel
Luego de habernos instalado en el cuarto, el cual está decorado de una forma rústica que le da aún más la esencia de tranquilidad que uno busca, nos regresamos al lobby para tomar parte inmediatamente de la primera actividad del día, la cual consistía en un recorrido por los alrededores del hotel. En dicho recorrido, Daniel, el guía, nos mostró y puso en contacto directo con la naturaleza del lugar. Caminamos por veredas, e incluso entre campos de cultivo; vimos cuevas, una gran variedad de árboles y vegetación (y eso que no estaba tan verde porque aún no era temporada de lluvias), el Río Tuxpan, así como unas bonitas cascadas que eran parte del camino del mismo río.
La caminata, sin darnos cuenta, nos tomó algo más de 1 hora y media. Daniel nos contó sobre la historia de Agua Blanca, así como algunos detalles de cada lugar que íbamos viendo. Por cierto, bastante conocedor en cuanto a la flora y fauna del lugar, casi cualquier especie que le preguntáramos, nos contestaba con el nombre correcto, o al menos contestaba rápido jeje, es broma, pero sí se veía sabía bastante sobre la vida que rodea a todo el resort.
Árbol amate amarillo
Un descanso
Luego de la entretenida caminata, el cuerpo pedía un ligero descanso. Regresamos al cuarto, y nos tomamos una breve siesta.
Nuestra recámara
Una vez que recargamos pilas, pasamos al comedor, donde nos deleitamos con una rica comida de tres tiempos. Primero una riquísima sopa de zanahoria, seguida de unas pechugas de pollo rellenas, acompañadas de papa y vegetales, y para cerrar, un delicioso plátano caramelizado acompañado de nieve de vainilla. Además de que nos refrescamos con unas aguas frescas de limón y melón. Cabe mencionar que gran parte de lo que se consume ahí, es orgánico. Algunos alimentos son cosechados en las mismas huertas de la finca, y lo que no, se adquiere en el pueblo, de ahí que la comida nos haya sabido tan rica y fresca.
Se come delicioso
Ya con panza llena, era hora de tomar parte de una sesión algo única.
El temazcal
Si nunca has estado en uno, te lo puedo describir como una sala de vapor, pero hecha de materiales de la tierra, en donde no solamente se busca purificar el cuerpo, sino el espíritu.
En este segmento de la revista Onirogénia se describe un poco lo que es el temazcal:
La Cabaña de Sudor, temazcal o inipi es una terapia poderosa de vinculación con la tierra y nos alimenta el despertar de nuestra memoria ancestral. Pero además del trabajo para nuestro espíritu, este círculo de medicina, nos regala hay muchos beneficios en lo físico.
Si quieres conocer detalles más específicos sobre esta interesante actividad, te invito a leer el artículo completo pinchando aquí.
Temazcal
Al terminar, luego de una hora aproximadamente, nos dimos un chapuzón de agua fresca en uno de los riachuelos para cerrar poros y reactivarnos. Nos tomamos un rico té de hierbas que ahí mismo preparan, y al terminar aquello, estábamos como nuevos.
Pero ahora vendría lo mejor, una de las principales atracciones de Agua Blanca, sus aguas termales. Era tiempo de darnos ese baño como los nobles lo hacían en siglos pasados.
Aguas termales
Las propiedades de las aguas termales están científicamente estudiadas, y aunque no te podría decir con exactitud todos sus beneficios, sé que ayudan con la oxigenación y circulación sanguínea, además de que aceleran el metabolismo y ayudan a eliminar toxinas. Lo que sí te puedo decir que notamos de inmediato, es que uno siente la piel bastante tersa.
Ya depende de cada quien cuanto se quiere estar dentro del agua. Nosotros luego de nuestro ajetreado día, nos estuvimos unos cuantos minutos, nos fuimos a bañar y a cambiar, y luego disfrutamos de una rica cena.
Luego de la tremenda rejuvenecida, había que alistarse para el día siguiente.
Zona Arqueológica San Felipe los Alzati
Luego de un rico desayuno en el hotel, nos fuimos a seguir explorando los alrededores de Jungapeo, ahora tocaba turno de conocer una zona arqueológica que es Patrimonio Cultural de Michoacán y de la Nación, me refiero a San Felipe los Alzati.
San Felipe Alzati
Aunque estás ruinas de los tarascos, no son tan conocidas como algunas otras en nuestro país, eso no le quita su importancia ni le piden nada a las demas en cuanto a la edificación, así como las increíbles vistas que se tienen del valle desde lo alto.
Mariposa Monarca
Otro de los platos fuertes de nuestra visita a Jungapeo fue ver a la mariposa Monarca, de esa experiencia puedes ver más detalles en nuestro post anterior.
Así que ya lo sabes, si vives en el Distrito Federal, en Toluca, Queretaro, Morelia o cualquier lugar por esa área y buscas un lugar en el que puedas desconectarte casi por completo del mundo exterior y puedas tener contacto directo con la naturaleza, nuestra recomendación es darte una escapadita a Agua Blanca. Si llegas a ir, diles que vas de parte de Viajeros Vagabundos y te darán un descuento
Aquí te compartimos el resto de lo que vimos durante nuestra estancia:
Camino Real a las Anonas Núm. 1
Jungapeo Michoacán 61470Tel: 01 715 15 700 56
info@aguablanca.mx
http://aguablanca.mx/