Al fin un poco de paz y tranquilidad. Un descanso, la paz que precede a una tormenta. Tan silencioso como breve, efímero. ¿Un fin de semana? Sábado y domingo ¿Lunes? ¿Ya? Y, aunque llores y patalees, la tormenta siempre te coge. No te lo debería decir, ya que en la ignorancia se vive mejor. Está demostrado. Sin embargo, por el mismo precio, mejor que te coja preparado. Porque cuando haces un sprint en frío, rompes.
De nada vale ya la suerte. Es como una cámara desechable, que para un rato está bien. ¿Después? Olvídate de ella. Ha muerto. ¿A palabras necias? Oídos sordos. Seguir arriesgando. Jugar con fuego, y os acabaréis quemando. Dejar las cosas al azar, pasar de todo. Seguir con la fiesta, ¡Que la vida son dos días! Y dejar un bonito y joven cadáver ¿No es ese el sueño de todo adolescente?
Bueno, habrá que hacer algo productivo. Empezar por lo primero, poco a poco. Despertarse, abrir los ojos. No sé, comer algo. No hace falta que me lo digas, ya se que hay frío. Graniza. ¿Qué quieres que le haga yo? Bueno, ¿ahora que? ¿Trabajar? Peli y manta, que no está el día para otra cosa.
¡Que dura es la vida del estudiante! Y la del trabajador. Y, si lo piensas bien, mucho más la del parado. Si es que, la cosa es quejarse. Ser inconformista, inteligente y divertido. ¿Como los de Europa FM? Sí, algo así. Encender la radio, y escuchar un poco de música. Si, la radio sigue existiendo. ¡Sorpresa!
Chimenea. Merienda y un buen libro. ¿O es que acaso no te gusta la lectura? Si es así aquí pintas poco o nada. Te tendré que dar mi más sentido pésame. Un abrazo y hasta luego. Nada extravagante. Cena ¿Televisión? Mejor mañana, todavía me queda todo el domingo por delante. Espera, ¿mañana es lunes?
Me parece que voy un poco más apurado de lo que esperaba.
Toma la iniciativa.