Puedo escribir y no disimular
Es la ventaja de irse haciendo viejo
No tengo nada para impresionar
Ni por fuera ni por dentro.
Fito.
Por fin llegó el día del examen a cinturón Marrón. Qué mal lo paso en estos exámenes, de verdad. A las 4 de la tarde teníamos que estar en el Dojo principal de KDA (http://www.kda.ph/) . Los exámenes comienzan por los cinturones más bajos, así que siempre toca esperar un buen rato antes de pasar a la acción. El examen normalmente consta de tres partes Kihon ( técnicas), Kata y Kumite (combate). Poco antes de comenzar el examen aparece, con mucha prisa y cara de pocos amigos, un filipino grande de verdad. Estaba lo que se dice “cuadrao”. En ese momento pienso “ por favor que me toque pelear con cualquiera menos con este” Pero parece que Murphy también se presentaba al examen…..
En la parte de Kihon hay que realizar varias técnicas:
UKE WAZA (Técnicas de defensa)
TSUKI WAZA (Técnicas directas)
UCHI WAZA (Técnicas circulares o indirectas)
GERI WAZA (Técnicas de pierna)
Normalmente cada técnica se repite unas 5 veces, pero ese día había ganas de animar el cotarro y nos hicieron repetir 10 veces cada técnica. Al final tuvimos que hacer casi 100 repeticiones. Estaba tan cansado que las últimas técnicas me salieron fatal. Tanto era así que pensé que había suspendido el examen. Así que para la parte de kata fui mucho más tranquilo, total… Pues me salió un Kata (Tekki Shodan) más que decente.
Y llegó el combate…..Las parejas se fueron haciendo y como no podía ser de otra manera me tocó a mi amigo “el musculitos” que además tenía un cinturón superior al mío. Nuestro combate fue el último y suscitó bastante expectación. Comienza el combate, el filipino pelea anormalmente duro, me lanza un patada, dos. Las paro pero la tercera me entra de lleno en la boca del estomago. Me quedo sin aire. Estoy sorprendido, no tanto por el golpe, sino por lo innecesario de su comportamiento. Decido seguir a lo mío y pelear limpio. Consigo algunos puntos. De repente no veo llegar un puño que se estrella de lleno directamente en mi mandíbula. El “arbitro” le recrimina. Estoy mareado. Me estoy enfadando. Sigue el combate, poco a poco voy dejando que mis ataques no se paren “justo” antes de tocarle. Finalmente una técnica de puño entra en su costado de lleno, a la altura del hígado. Sé que lo ha sentido. Contraataca, una de mis patadas le da pero, a continuación, un Mawashi geri (patada circular) me vuelve a dar en el estomago. Es suficiente. Vuelve a atacar duro, muy duro. Paro sus puños y lo veo claro. Su rostro queda descubierto. Estoy harto. Le envío un puñetazo que le impacta a la altura de la boca. El golpe fue fuerte, pero no tan fuerte como podía haber sido. Me siento mal, en el fondo acabé entrando en su juego. No debí hacerlo. El combate acaba. Él se sonríe. No debí hacerlo.
Al acabar hablo con mi Sensei, le cuento lo sucedido. Me dice que, desgraciadamente, es normal que al pelear con un extranjero la gente se “extralimite”. Eso en mi pueblo tiene un nombre. En fin.
A continuación nos hacen esperar para decirnos los resultados. Sensei David ( el instructor principal) me llama.” Ya está” me pienso “me quiere decir que no me desanime, que la próxima vez será”. Nada de eso, me pide que repita el Kata. Le hago caso, creo que incluso me salió mejor que la primera vez. Al acabar me corrigen un par de detalles y me felicitan por la fuerza del Kata y lo correcto de las posiciones. Me dan el resultado del examen y he aprobado.
Al regresar a esto del Karate, mi objetivo era conseguir el cinturón negro antes de volver a España. Eso ha cambiado, ahora el objetivo principal es seguir aprendiendo. Queda mucho camino, espero disfrutarlo.
Osss.
Mario Jiménez Jiménez