La cultura es pluricelular. Animal partenogenético que, como bien ha mostrado Carol se amplia de distintas formas y distintas nociones, pero que necesita de un esfuerzo constante para dar conocer sus componentes que, contrario a lo que establecen ciertas convenciones académicas existen dentro de un marco y posicionamiento personal que forma parte de un continum que se pierde dentro de los distintos ejes culturales y que, no pueden limitarse a verse desde un conocimiento particular generado por un estudio académico sino que mantiene una abrazo de oso con lo que se conoce como IDENTIDAD CULTURAL, es decir que si sabemos de dónde venimos, sabemos a dónde vamos. Misión nada fácil, si tomamos en cuenta que la mayoría de los costarricenses piensa que en relación con la cultura afro-costarricense, (yo no usaré el descendiente, porque persiste en mi, la idea de que la palabra descendencia tiene una cara negativa: 1.- el que desciende no se supera ni mejora en forma alguna, y 2.- mantiene la relación muy cercana con el proceso de esclavitud a la que fue sometida una gran parte de la población mundial...), todo lo saben y manejan un amplio compendio de estereotipos limitantes a ciertos sectores de la sociedad:
a. Las mujeres son(mos) calientes y bellas. Inteligentes JAMAS
b. Los hombres son alegres y viriles. De nuevo: Inteligentes JAMAS
c. Todos los negros son buenos cantantes, deportistas, bailarines, y viven de fiesta en fiesta: Inteligentes JAMAS
Esas las más obvias. Hay más, muchas más.La labor de un difusor cultural es mostrar las diferencias particulares al respecto. Y en eso, los pétalos de las Flores africanas han hecho u largo y meritorio camino, cada vez más rico y destacado pues, como solían decir los Yorubas:
Todos los caminos son largos, solitarios y llenos de ráfagas de viento que nos dan frio o despeinan, no hay que desperdiciar tiempo hablando: camina sin poner atención a nada más que lo que hay adelante, aunque te arrastres...Bien, es un año más de luz y esperanza.
Para La Coleccionista de Espejos:Dlia McDonald W., Anne y Yancy Kellerman M