Un planeta en la UCI

Publicado el 08 diciembre 2015 por Salva Colecha @salcofa

Estos días he estado por la playa, con ropa de invierno asándome como un pollo al ast, de esos que vienen en cajita de papel de aluminio mientras en media Europa se están inundando. Me ha dado por pensar que igual tenemos algo de lo que preocuparnos además que del debate del que sólo diré que no sé muy bien que hace el PP que no ha tirado por la ventana al ausente y ha dejado a Soraya aunque visto el percal me parece que el debate al final lo ganó Antena 3. En resumen, lo mejor de este puente va a ser, de largo, haber conocido una familia de Alicante maravillosa y con una nena monísima con la que Andreu ha disfrutado de lo lindo. Me quedo con eso.

Los trastornos con el calor me han hecho pensar que se me pasa por alto la cumbre de Paris en la que se están tratando cosas que nos afectan mucho más de lo que nos imaginamos. Llamadme apocalíptico pero si nos quedamos sin planeta, no tenemos otro de recambio así es que igual deberíamos tomarnos un poco en serio el asunto y plantearnos hasta que punto los desastres naturales que padecemos no tendrán nada que ver con toda la roña que hemos repartido por el planeta.

Me vino a la cabeza alguien del instituto al que llamábamos “el Hippie” y no era sólo por la pinta. Le llamé (confieso que para ver si él que sabe más del asunto me escribía el post como colaboración a lo que me respondió con un oportuno “ni de coña”). Me dijo que andaba por París, liado con las protestas y corriendo delante de la “police” (porque eso de manifestarse allá donde “La libertad guiando al pueblo” se ha vuelto deporte de riesgo) para ver si los mandamases se toman el asunto en serio antes de que el mundo se acabe para nosotros. Me sonó todo un poco a las trompetas del juicio final, pero oye, le funcionó. Desde entonces veo un contenedor de reciclaje y le hago una reverencia.

Personalmente confieso que ecologista soy “lo normal”, como todo quisque hoy en día. Intento no gastar más de lo justo, no engorrinar y reciclar lo posible, aunque algunas veces me agobio al ver como se me llena de bolsitas la cocina de mi casa, del tamaño de una de “Barriguitas”.También soy de los que puedo llegar a entender que “los desarrollados” han contaminado mucho para conseguir industrializarse, pues igual los otros también pueden tener derecho a hacer lo mismo. Aunque no sea lo sensato, porque si seguimos así acabaremon viviendo en el tubo de escape de un Volkswagen. Pero, equidad en mano ahí lo han dejado caer los países en vías de desarrollo.

Juancho me recomendó que le diese un vistazo a un libro “El mundo sin nosotros” y caí en lo que decía “el Hippie”. Según él los charlatanes politiqueros (como nos llama) no han caído en que si se acaba el mundo (en sentido literal) y acabamos viviendo en un mundo como el de Mad Max o Waterword de nada habrá servido toda la lucha por conseguir cualquier avance social. Le respondí, de guasa y por decir algo, que el ISIS se acabaría también pero admito que como susto no está mal, ¿verdad?.

Me vino a la cabeza el primo de Rajoy, ese que decía que era todo mentira, cuando Al Gore nos contaba aquello de “una verdad incómoda” pero que ahora seguro que se esconde con el presi en Doñana. Resulta que la aspiración de conseguir que la temperatura de este planeta que estamos fundiendo no suba más de dos grados (¿a que parece una chorrada?) es la diferencia de que podamos ir a la playa a Benidorm o nos tengamos que poner el traje de neopreno para ver las ruinas de una “civilización” sumergida. Esos dos grados son la diferencia de que millones de personas tengan que buscarse un pedazo de tierra al lado del mar (y no para la sombrilla) o transformarse en anfibios, yo entre ellos. Con lo mal que llevamos en Europa eso de los flujos migratorios, ¿verdad?

La cosa no es de chiste, si seguimos por este camino puede que nuestros nietos no tengan que preocuparse por el empleo ni por quién votan en las elecciones, igual no tendrán ninguna preocupación porque nos habremos cargado el planeta y la vida será imposible para nosotros. De hecho puede que para La Tierra no seamos más que una plaga como las de Egipto. Has pensado alguna vez que si desaparecemos nosotros no va a pasar nada? la vida en el planeta va a seguir igual…