Un poco de historia (I)

Publicado el 18 abril 2014 por Desde Hungría
1º PARTE: de las 7 tribus magiares a la batalla de Mohács
LAS TRIBUS MAGIARES (siglo IX - 1000)
La teoría ugrofinesa, bastante aceptada hoy en día, relaciona el idioma húngaro con las lenguas Ugrofinesas, que proceden de los Urales. Así pues se establece el origen de los húngaros en varias tribus asentadas en los Montes Urales, entre los ríos Volga y Kama, que se desplazaron al norte del Cáucaso como nómadas, viajando hacia occidente hasta atravesar los montes Cárpatos y llegar a la llanura Panónica, ya en Europa. En estas migraciones se supone que adoptaron algunas influencias de las lenguas túrquicas presentes en su idioma.
Ruta de los magiares hacia Europa desde los Urales.
Pintura que retrata la llegada de los húngaros a Panonia.
Tras la llegada de estos nómadas húngaros a Panonia, se organización en las denominadas siete tribus húngaras, entidades socio-políticas independientes, que se juntaron posteriormente para formar el Principado de Hungría en un pacto de sangre jurado por sus siete líderes.
El  Gran Príncipe Álmos de Hungría fue la primera autoridad suprema, durante los años 858 y 895, del recién creado Principado (fejedelemség). Su hijo y sucesor, Árpád se convirtió en el nuevo líder y condujo a casi 300.000 magiares desde los Urales hasta la llanura Panónica, asentándose en este territorio. Desde aquí formaron numerosas expediciones de saqueo por toda Europa, y también lucharon como mercenarios al servicio de varios reinos, demostrando su indudable carácter guerrero.
El hijo y nieto de Árpád continuaron liderando el principado, y a sus órdenes respondían los líderes de cada tribu. Lucharon contra los imperios de Europa central y el Imperio Bizantino. Tras varias derrotas contra el Imperio Germánico, fueron asentándose cada vez más en Panonia y comenzaron a adentrarse en los Balcanes.
Escultura del príncipe Árpád.
Principado de Hungría (Duch of Hungary, en azul), dentro de la situación política europea del siglo X.
Entre 971 y 997 el Príncipe Géza fue la máxima autoridad magiar, y adoptó el cristianismo católico, extendiéndolo entre sus súbditos, y bautizándose tanto él como su hijo con el nombre de Esteban (István). Géza fue un líder pacifista, que se aventuró en escasos conflictos y afianzó varios matrimonios entre sus hijos y otras casas reales europeas, con el objetivo de reafirmar la autoridad de los húngaros en Panonia. Si bien anteriormente, debido a la influencia bizantina había adoptado el cristianismo ortodoxo, la necesidad de mantener buenas relaciones con sus vecinos germánicos le hizo adoptar finalmente el católico.
Con la muerte de Géza, su hijo Esteban se convirtió en el nuevo Príncipe de Hungría en 997 y dos años después recibió una corona y el título rex del Papa Silvestre II, con lo que quedó fundada una nueva entidad política, el Reino de Hungría (Magyar Királyság). Posteriormente el rey fue canonizado, siendo conocido como San Esteban (Szent István).
REINO DE HUNGRÍA
El Reino de Hungría fue formado por el rey San Esteban (Szent István) en el año 1000, y salvo una breve pausa de 5 meses en 1919, duró hasta el año 1945, es decir, casi un milenio. La coronación de San Esteban significa la creación del Reino a partir del antiguo Principado formado por las siete tribus magiares durante los siglos IX y X. Los húngaros evolucionaron desde una pequeña confederación de tribus magiares llegadas a la llanura Panónica desde los Urales hasta formar un fuerte reino ocupando Panonia, los Cárpatos y llegando hasta el mar Adriático.
Reino de Hungría en color verde.
La casa de Árpád, a través de San Esteban, gobernó el Reino de Hungría durante más de tres siglos, hasta el año 1301, vinculándose fuertemente con el cristianismo occidental que iniciara Géza (el predecesor de San Esteban), y fortaleciendo a la iglesia católica en Hungría, mediante la obligación del pago de diezmos, la construcción de iglesias y la donación de tierras al clero. Entre los años 1000 y 1844 el latín fue la lengua oficial. Se implantó un sistema feudal de condados a lo largo del país, y la población se dividió entre los nobles (libres) formados por los descendientes paternos de los húngaros llegados a la llanura Panónica o bien los nombrados por el rey, que pagaban diezmos al clero (pero no impuestos al rey) y prestaban servicio militar, además de ocupar cargos públicos. El resto eran los no-libres, en su mayoría esclavos, inmigrantes o antiguos nobles despojados de sus títulos, que cultivaban las tierras (que pertenecían a la corona) y pagaban los impuestos al rey.
Sin embargo, con el paso del tiempo, muchas tierras fueron concedidas a la nobleza a cambio de su lealtad, lo que supuso que esta consiguiera bastante riqueza y poder, y finamente se terminaron levantando contra el rey cuando les aumentó los impuestos para fortalecer el ejército. El rey Andrés II, presionado, tuvo que firmar un documento en el siglo XIII asegurando la perpetuidad de los derechos de la nobleza frente a los futuros reyes, que no podrían acaparar el poder absoluto. Dicho documento debería ser jurado por cada rey al ser nombrado.
Sin embargo, en plena brecha entre la corona y los nobles, los mongoles llegaron para arrasar Hungría, matando a casi un tercio de la población. Finalmente se retiraron y llegaron épocas difíciles de hambruna y epidemias en el reino. Para evitar otra invasión, el rey Béla IV ordenó construir castillos por todo el país. Reorganizó el ejército, hizo un nuevo reparto de tierras entre los nobles y aceptó la entrada de un gran número de inmigrantes. El país prosperó de nuevo y una nueva llegada de los mongoles fue reprimida por el ejército húngaro. En 1270 murió el rey Béla IV y la dinastía Árpád se extinguió en 1301 al fallecer András III repentinamente sin descendiente masculino.
El rey Károly I (Carlos de Anjou), nacido en Nápoles, fue el primer rey extranjero de Hungría, descendiente por parte femenina de la dinastía Árpád, que reclamó el trono y derrotó al resto de rivales que pugnaban por la corona tras la muerte de András III, recibiendo la corona de San Esteban en Székesfehérvár en 1310. Su periodo de regencia fue muy próspero, incrementando enormemente la producción de oro y estabilizando la moneda. Volvió a recuperar muchas de las tierras concedidas a los nobles, ordenó la creación de pequeños ejércitos y controló los castillos.
El hijo sucesor de Carlos I, Luis I el grande (Nagy Lajos), siguió el mismo camino, el oro engordó las arcas, creó la primera universidad del país (la universidad de Pécs, en 1347), y atacó en varias ocasiones el Reino de Nápoles, ocupando parte de Dalmacia (costa Adriática). En 1370 se convirtió además en rey de Polonia, y gobernó ambos territorios.
A la muerte de Luis I, su sucesor fue su yerno Segismundo (Zsigmond), quien vivió un período de regencia bastante movido, con numerosas revueltas a causa de sus elevados impuestos, sus grandes y costosas guerras exteriores y sus largas ausencias. La presión de los otomanos, que cruzaron el estrecho del Bósforo y derrotaron a los Serbios en los Balcanes, fue enorme: Segismundo falleció en 1437 y sus sucesores murieron en batallas contra los otomanos en 1439 y 1444 tras fugaces reinados, lo que llevó al trono a Ladislao V (László V) un niño de tan solo 4 años, siendo Juan Hunyadi (Hunyadi János) regente hasta que cumpliese la mayoría de edad.
Hunyadi creó un ejército mediante impuestos a los nobles y trató de controlar a los otomanos con cierto éxito, logrando retener la ciudad de Belgrado. Falleció debido a la peste bubónica en 1457.
Los magnates y altos nobles, que odiaban a Hunyadi debido a los impuestos que había creado para la nobleza, asesinaron a su hijo mayor y encarcelaron a su hijo pequeño Matías, para evitar que continuasen con esta política si llegaban al trono. Sin embargo, la baja nobleza apoyó a Matías, obligando al jovencísimo rey Ladislao V a exiliarse y nombrando Rey a Matías Corvino (Corvín Mátyás), un noble ilustrado sin relaciones ni ancestros con la realeza.
Matías, un hombre culto del renacimiento, creó la segunda universidad e Hungría en Budapest e introdujo la imprenta, sin embargo no realizó grandes cruzadas contra los otomanos como su padre, sino que trató de atacar el norte y el oeste bajo el pretexto de crear un imperio en centroeuropa lo suficientemente fuerte contra los otomanos. Aunque subió las cargas fiscales, defendió a los pequeños nobles contra abusos de los magnates, por lo que fue bastante respetado. Falleció en Viena en 1490.
Ladislao II (László II), el nuevo rey, llamado "el bueno" por su facilidad para ser persuadido, suprimió los impuestos creados por Corvino a petición de lo nobles, lo cual supuso que las arcas se vaciaran y no tuviera con qué pagar al ejército, que comenzaba a quebrarse, en una época en que la presión otomana por el sur era enorme. Cuando murió en 1516, el país se hallaba al borde de la anarquía por las luchas nobiliarias, y con un ejército descontento que no recibía su paga. Su hijo Luis II (Lájos II), con solo 10 años, ascendió al trono, pero el país fue gobernado por la Dieta (el consejo).
LA BATALLA DE MOHÁCS Y EL DESMEMBRAMIENTO DEL REINO
En 1521, el sultán Suleimán El Magnífico se percató de la debilidad húngara y conquistó Belgrado. En 1526 entró a Hungría con un ejército de 100.000 hombres, y los turcos derrotaron a Hungría en la famosa y sangrienta batalla de Mohács, en la que murieron 20.000 soldados, entre ellos el propio rey Luis II, a la edad de 26 años.
Los turcos otomanos ocuparon el país y durante años se libraron duras batallas en castillos y fortalezas. Finalmente en 1541 la capital Buda cayó a merced del imperio otomano, que controlaba toda la gran llanura húngara y el sur de Transdanubia.
Pintura sobre la muerte de Luis II (Lájos II)
Tras la batalla de Mohács, y la ocupación turca de gran parte del territorio húngaro, se coronaron dos reyes al mismo tiempo: el conde Juan Szapolyai (Szapolyai János), príncipe de Transilvania (independizada tras la ocupación turca de Hungría, aunque vasalla de los otomanos), y Fernando I de Habsburgo, hermano del emperador germánico, que controlaba la parte occidental de Hungría no ocupada por los turcos. La lucha de ambos concluyó con la muerte de Juan Szapolyai, quedando como único regente de la corona húngara Fernando I de Habsburgo, en el denominado Reino Húngaro.
Así pues el Reino de Hungría se había dividido en 3 partes: el Reino húngaro occidental, bajo el control germánico (y que sufrió un proceso de germanización), el Valiato de Buda, bajo ocupación turca (de la que huyeron la mayoría de húngaros), y el Principado de Transilvania (que mantuvo la cultura húngara).