Un poco de respeto, por favor

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Tan importante como el fondo son las formas. O al menos eso es lo que siempre me han inculcado mis padres y yo procuro hacer con mis hijos. Hay que aprender y aprehender buenos modales y llevarlos a la práctica, saber comportarse en cualquier foro y ambiente, ser educado y respetuoso, no menospreciar a nadie aunque no piense como tú…, en una palabra, ser tolerante. Y desde luego eso no es lo que se ve continuamente en el Congreso de los Diputados, la casa del pueblo donde nuestros representantes pierden las formas y hasta los papeles.

El pasado 11 de julio, se vivió una situación kafkiana. Mientras el presidente Rajoy nos contaba los recortes más duros de la historia reciente de España, se oían aplausos y pataletas en el hemiciclo. Estamos hablando de un tema muy espinoso que afecta a la inmensa mayoría de los ciudadanos y por lo menos, nos merecemos un poco de respeto por parte de nuestros representantes. Aplaudir al Presidente se puede interpretar como un reconocimiento a su labor, dirigida por Europa tal y como él mismo dio a entender, o como una falta de respeto a los ciudadanos que vamos a sufrir de lo lindo. Cada uno que lo interprete como quiera pero por lo menos, un poco de decoro y sentido común.

Allí no se va a jalear, se va a trabajar que para eso hemos depositado en ellos nuestra confianza. Aunque en muchas ocasiones, y esta fue una, dan ganas de mandarles a casa castigados de cara a la pared para que reflexionen. ¡Qué poca vergüenza! Indignada es poco.