Todos los seres humanos somos propensos a equivocarnos, muchas veces por falta de experiencia, algunas otras por no estudiar bien determinada situación, pero sobretodo un aspecto que nos hace propensos a equivocarnos es sencillamente no saber cual es el momento indicado para sentir o pensar. Las emociones y los pensamientos son las que moldean nuestra forma de actuar, todo lo que hacemos o no hacemos es el resultado de un momento en el que sentimos o pensamos alguna cosa, en base a esto esta claro que muchos de nuestros errores radican en nuestros sentimientos y pensamientos.Muchas veces nos dejamos guiar mucho de nuestros sentimientos y no pensamos bien las cosas, cuando hacemos esto casi siempre como resultado tenemos una equivocación segura puesto que sin una planificación o al menos sin estudiar aquello que emocione nuestros sentimientos estamos quedando en muchos riesgos, de igual forma pasa cuando pensamos mucho y poco sentimos, se supone que razonar es lo ideal pero en muchos aspectos de la vida sino se siente nada no puede haber algo con sentido o propósito.Todo es cuestión de equilibrio saber sentir pero al tiempo saber pensar todo, no solo eso darle el tiempo indicado a cada cosa, no podemos pensar en un momento en el que se necesita sentir como por ejemplo en pleno acto sexual y no podemos sentir en un momento en el que se necesita pensar, como por ejemplo al momento de sentir impulsos por comprar cosas innecesarias.
Un porqué de nuestras equivocaciones
Publicado el 23 marzo 2017 por Galicamilo Camilo Galindo Castelblanco @GaliCamiloTodos los seres humanos somos propensos a equivocarnos, muchas veces por falta de experiencia, algunas otras por no estudiar bien determinada situación, pero sobretodo un aspecto que nos hace propensos a equivocarnos es sencillamente no saber cual es el momento indicado para sentir o pensar. Las emociones y los pensamientos son las que moldean nuestra forma de actuar, todo lo que hacemos o no hacemos es el resultado de un momento en el que sentimos o pensamos alguna cosa, en base a esto esta claro que muchos de nuestros errores radican en nuestros sentimientos y pensamientos.Muchas veces nos dejamos guiar mucho de nuestros sentimientos y no pensamos bien las cosas, cuando hacemos esto casi siempre como resultado tenemos una equivocación segura puesto que sin una planificación o al menos sin estudiar aquello que emocione nuestros sentimientos estamos quedando en muchos riesgos, de igual forma pasa cuando pensamos mucho y poco sentimos, se supone que razonar es lo ideal pero en muchos aspectos de la vida sino se siente nada no puede haber algo con sentido o propósito.Todo es cuestión de equilibrio saber sentir pero al tiempo saber pensar todo, no solo eso darle el tiempo indicado a cada cosa, no podemos pensar en un momento en el que se necesita sentir como por ejemplo en pleno acto sexual y no podemos sentir en un momento en el que se necesita pensar, como por ejemplo al momento de sentir impulsos por comprar cosas innecesarias.