A estas alturas ya no les sorprenderá eso de las diferencias de conciencia en al ámbito del hemisferio izquierdo y derecho del cerebro. Ese Mister Hyde y Dr. Jekyll que llevamos dentro. Sin duda, eso se sabe, la voz cantante por así decirlo la lleva el hemisferio izquierdo, sobre todo porque es donde se elabora el habla y el lenguaje prioritariamente. El descubrimiento de que ambos hemisferio van por libres e independientes pensamientos ha sido una fuente de confusión neurológica. Es como aquello de "la mano derecha que no sabe lo que hace la izquierda". Incluso hubo un caso en el que un paciente bifurcado cerebralmente tenía miedo a dormir por temor a lo que hiciera su mano izquierda (gobernada por el hemisferio derecho) durante el sueño. Creía que iba a ahogarlo. Parece ser que cada hemisferio tiene sus propios planes y conciencia -digo parece para no tener miedo mientras duermo-. Robert Louis Stevenson escribió un clásico no sólo de la literatura sino de lo más oscuro de nuestros pensamientos y psicología. Es mucho más siniestro que viernes 13 y ese derroche de terror gore. Pero a cada cual sus méritos. Es esa sensación de que hay un prisionero oculto bajo ese hemisferio derecho al que vigila constantemente el izquierdo para que no se salga de madre, se escape y termine haciendo algo que contradiga la lógica y la razón (supuestamente). Tal vez, ahí dentro esté "l'amour fou" del que hablamos los otros días. Tal vez.