Iniciación y aprendizaje en la escuela de la cárcel, hasta una cierta trascendencia que se nos escapa. J. Audiard construye una película tensa, sobria, bien urdida, contando con magníficos actores, y donde sobresale el protagonista Tahar Rahim. El mundo paralelo que es la cárcel nos acaba desvelando las claves del otro lado. Y se abre paso el personaje de Malik El Djebena entre mafias de distinto pelaje, ensanchando de resonancias este cine negro y carcelario, de proyecciones un tanto abstractas -un nuevo profeta heredero de una larga tradición- que nos atrapan de forma inesperada.
Iniciación y aprendizaje en la escuela de la cárcel, hasta una cierta trascendencia que se nos escapa. J. Audiard construye una película tensa, sobria, bien urdida, contando con magníficos actores, y donde sobresale el protagonista Tahar Rahim. El mundo paralelo que es la cárcel nos acaba desvelando las claves del otro lado. Y se abre paso el personaje de Malik El Djebena entre mafias de distinto pelaje, ensanchando de resonancias este cine negro y carcelario, de proyecciones un tanto abstractas -un nuevo profeta heredero de una larga tradición- que nos atrapan de forma inesperada.