Aparecieron en Nueva Revista, por gentileza de Gabriel Insausti. Ahora, en la edición digital, aparecen de nuevo. Qué grata aparición; así, como un fantasma amigo vienen, para que más amigos los conozcan. Prodigios de internet, que hasta en Pernambuco -si es que alguien allí "me pinchara"- allí bajo las palmas, tan ajenas al verde del Lake District, resonaran los versos que un día, y que dos, y que ya no me acuerdo, escribí en algún sitio, que tampoco recuerdo (internet, ciertamente, es su sitio).
Pues muchas gracias a todos; en especial, si hubiera, a los brasileños.
El puñadito, pínchese aquí.Hola, esto es lo que hay