Aslan, un refugiado sirio de 17 años de edad, llegó a la isla griega de Lesbos tras realizar un viaje de 500 kilómetros en las más duras condiciones imaginables, pero no viajaba solo, llevaba con él una pequeña perrita llamada Rose, su fiel compañera de viaje.
En una entrevista a la Agencia de la ONU para los Refugiados filmada en Lesbos, Aslan, en un mal Inglés, explica su relación con el perro; "Me encanta este perro. Lo necesito." Además de su mochila, no dudó en cargar con Rose e incluso le hizo un pasaporte.
Al final del artículo puedes ver el vídeo.
Dados los trágicos y duros acontecimientos protagonizados por los refugiados sirios que huyen de la guerra es agradable encontrar una historia llena de esperanza y compasión.
Deseamos Aslan y Rose mucha suerte.
Comparte este artículo en las redes sociales haciendo clic en los botones que encontrarás un poco más abajo.
Recuerda que Husmeando por la Red se encuentra en Facebook, Twitter y Google +.
Descubre muchos más artículos, tan interesante como este, en la página principal de Husmeando por la Red.