Un Reino Unido...pero no mucho

Publicado el 09 febrero 2012 por Englishman @englandcourant

 La reina Isabel II ha llegado al sesenta aniversario de su coronación. Cuando Jorge VI falleció le legaba un imperio moribundo, un país enfermo y exhausto de la II Guerra Mundial, pero con el honor intacto y el orgullo de haberse enfrentado al coloso hitleriano en su apogeo. Los morbosos especulan sobre la posibilidad de que la Casa Real Británica dé un salto generacional para que el nieto suceda a Lilibeth, personalmente lo dudo, pero lo que es más incierto es si el futuro Carlos III de Inglaterra va a recibir de manos del Arzobispo de Canterbury el mismo Reino Unido que recibió su madre. Resulta que el que parecía un prototipo de Primer Ministro conservador, insulso y centrado en la economía de la isla está abriendo demasiadas cajas de Pandora.David Cameron ha emprendido una acción audaz para el observador continental, que está más acostumbrado a lidiar con los nacionalismos periféricos. Cameron ha planteado un regalo envenenado al gobierno independentista escocés: el tan ansiado referéndum independentista. Pero Cameron ha plantado sus términos, ha de ser una pregunta clara: ¿Desea usted la independencia de Escocia del Reino Unido? Y ha de celebrarse en menos de dieciocho meses para que coincida con el fervor patriótico del jubileo de la Reina y las Olimpiadas de Londres para asegurar un voto favorable a la unión. Los escoceses, por su parte, desean retrasarlo hasta el 2014 para que coincida con el fervor escocés y desean introducir la posibilidad de un concierto económico "a la vasca". Cameron ha sido muy hábil al acceder a las peticiones de los nacionalistas escoceses, una petición que el gobierno autónomo no puede rechazar, ya que ha llegado al gobierno con la promesa de dicha consulta. Pero siempre hay que tener cuidado cuando se pregunta al pueblo, porque ese puede votar por y contra los motivos mas insospechados. De momento Cameron se asegura un sí a la unión, ya que según los sondeos es mas favorable a la independencia la población inglesa que la escocesa. Resulta mas curioso que el PM que en su país lanza el órdago unionista, se muestra separatista en política internacional. Es cierto que Cameron solo hacía su trabajo a la hora de defender sus intereses nacionales en la reunión de jefes de estado y de gobierno de la UE; no hay que olvidar que la ingeniería financiera de la City londinense puede aportar hasta el 11% del PIB del Reino y cualquier regulación que intente atar sus poco ortodoxas prácticas puede suponer la pérdida de miles de millones. Pero Cameron se ha mostrado imprudente al quedarse solo. Esta soledad está siendo utilizada por los eurofobos del partido conservador para llevar al UK a un referéndum sobre la pertenencia en la UE. A nadie se le escapa, y al PM menos, que una salida de la UE supondría una catástrofe para la economía de la isla y para su política exterior. Estados Unidos sigue fingiendo que le importa su relación "especial" con UK debido al peso de ésta en la Unión. El Departamento de Estado rebajarías los lazos con el Reino en el caso de una eventual salida de la Unión. Motivo por el cual David Cameron no está dispuesto a convocar un referéndum de esta clase. Al fin y al cabo no ha habido cesión de soberanía alguna que justifique esta consulta.  El año empieza muy interesante en cuanto a política exterior y comunitaria se trata. Ya iba siendo hora que alguien pusiera sobre el tapete cuestiones que van más allá de lo meramente económico, pues la pertenencia o no de UK a la Unión es algo que despierta opiniones apasionadas a este lado del canal y David Cameron debería tener en cuenta que si la independencia de Escocia es una idea más atractiva para ingleses que para los propios escoceses, una eventual salida de UK de la Unión es una idea igual de atractiva a esta lado del canal...esta vez no es el continente el que está aislado.