Un relato al día: El intruso

Publicado el 31 agosto 2018 por Pipervalca

─¿Unidad Interplanetaria de Emergencias? ─preguntó Linda, cumpliendo al pie de la letra con el protocolo.

─Habla con Peterson Parker, científico número 901-2 a bordo del Artemisa 45, rumbo al planeta Xperion Norte ─La voz de Peterson era como un susurro, casi inaudible.

─Un momento confirmo su número, Doctor... perfecto. Artemisa 45, embarcación de escaneo planetario con capacidad mínima. Su ubicación en el radar me indica que lleva el curso normal y en estos momentos atraviesa el Sistema Estelar Coldwater. Además, los datos de su unidad central no me generan ninguna anomalía. Le ordeno me especifique el motivo de su contacto ─La mayoría de las llamadas que Linda recibía en navidad eran bromas de pilotos desocupados.

─Acabo de despertar y me he encontrado dentro del armario... ¬─El timbre de la voz de Parker continuaba siendo demasiado bajo ─Le juro que no sé cómo llegué aquí. Cuando intenté salir escuché pasos en el dormitorio ¡Alguien ha abordado la nave! ¿Puede creerlo? Tal vez un polizón o un pirata... Con seguridad fui drogado y por eso no recuerdo nada. No lo sé, es tan confuso. Solicito... solicito intervención de rescate inmediato.

─Conserve la calma, Doctor... Parker. ¿Puede usted describir al intruso? Quizás el número de tripulantes del Artemisa 45 haya sido modificado y no le hayan notificado a usted... ni a nosotros, por cierto.

Durante casi un minuto no se escuchó nada en la línea.

─Sí, si... es un hombre... está en la cocina y se está preparando algo... no lo sé, parece un emparedado de jamón y queso. Yo... estoy escondido detrás de una puerta y apenas puedo verlo... es alto, de cabello negro, lleva lentes gruesos ¬─La respiración del científico se aceleró y titubeó antes de lograr pronunciar algo ─¡Santo Dios! ¡Es exactamente igual a mí! ¡Exacto en todo! ¡Oh Dios mío!

─No haga nada que pueda llamar su atención ─intervino Linda sin permutarse ─En un segundo generaré la urgencia y una flota de rescate estará allí en... dos días o tres si las condiciones climáticas lo permiten.

─¡No creo que tenga tanto tiempo! ─exclamó Parker y se oyeron ruidos, pasos, un forcejeo. ─¡Me ha descubierto! ¡Por favor! ¡Llévese todo lo que quiera! ¡No me mate! ¡Auxilio! ¡Auxi...

─¿Doctor Peterson Parker? Habla con Linda, de la Unidad Interplanetaria de Emergencias. Hace un minuto reportó la presencia de un intruso en su nave ¿Sucedió algo?

─Vaya, que vergüenza ─dijo el hombre del otro lado con tranquilidad ─Ha sido mi culpa. Sin querer activé al Clon que me fue asignado para exploraciones en áreas de difícil acceso. Qué vergüenza, discúlpeme. Ya solucioné el problema.

─No se preocupe, es algo que pasa a menudo. Para confirmar ¿Puede usted regalarme el código de su clon?

─Por supuesto. Tres, cinco, cinco, dos, ocho, tres.

─Perfecto. Muchas gracias Doctor Parker y tenga cuidado, al parecer su clon presenta un desperfecto. Se escuchaba extraño... como si tuviera conciencia.

─Sí. Generaré la incidencia de inmediato. Le agradezco mucho.

─Ha sido un placer.

Peterson Parker dejó el intercomunicador sobre la mesa de la sala, arrastró a su doble inconsciente hasta el armario de la habitación y lo ubicó junto al esmoquin, donde debía estar. Se aseguró esta vez de cerrar con llave, notificó a la Agencia mediante un mensaje escrito y regresó a la cocina.

Mientras comía su emparedado de jamón y queso soltó una carcajada recordando el gracioso incidente y se imaginó la cara que pondrían sus compañeros en el laboratorio cuando les contara lo sucedido.