Un repaso al tema de las joyas

Publicado el 07 octubre 2014 por Lingoro

Fantasía, resurgimiento de sueños infantiles, fantasma del tesoro descubierto en las profundidades de una cueva sombría, o símbolo del botín del pirata, las joyas conservan ese hálito de misterio que les confiere a menudo mucho más atractivo del que merecen en términos de riqueza. He aquí el porqué.

1. Las joyas pasan de moda

A largo plazo, las joyas tienen un gran inconveniente: pasan de moda rápidamente. Dentro de unos diez años, el tamaño y el color del oro y de las piedras varían según las tendencias. ¡Una joya comprada en el 2000 no tendrá el mismo valor en el 2013!

2.   Las joyas tienen impuestos elevados

En España por ejemplo están sujetas al 21% de IVA, y a esto se le deben añadir los impuestos por lo que llamaríamos «el efecto marca», una prima que eleva el precio de las joyas en función de su valor real en oro o en piedras preciosas.

3.   No existe una plaza oficial de intercambio

Al contrario de los principales activos del mercado, las joyas no cuentan con una plaza de intercambio internacional oficial: joyas y piedras preciosas están relacionadas con micro mercados donde la venta es complicada y los precios difíciles de evaluar. Las monedas de oro, por ejemplo, son fácilmente comparables entre ellas: es difícil dar una cotización a las joyas, ya que son diferentes unas de otras. En el pasado, ciertos negociantes y banqueros intentaron sin embargo estandarizar el diamante, a imagen del oro y de la onza de oro: el resultado fue inútil, puesto que ni los certificados ni los precios seguían los estándares internacionales.

4.   Las joyas compradas en el extranjero pueden perder su valor una vez tasadas

Algunos inversores particulares están convencidos de hacer un buen negocio comprando joyas en el extranjero a un precio más bajo que en España, como en Hong-Kong, en la India o en Dubái, por ejemplo. Pero esas joyas y piedras son a menudo de calidad más baja que la indicada en su certificado. De regreso a España o a Europa, se encuentran con la cruda realidad al tasar las joyas, que por lo general no tienen la pureza que se había afirmado.

5.   Las joyas no contienen oro «de inversión»

En joyería, se utiliza oro de 750 milésimas, lo que significa que la mezcla utilizada para la fabricación está compuesta de 750 por mil de oro puro mezclado con 250 milésimas de otros metales. Si se mezcla el oro puro con otros metales es para hacerlo más resistente.

La fabricación de monedas y lingotes está supervisada por organismos certificados por los países productores. La pureza del oro debe ser de 950,00 milésimas para que el producto pueda entrar en el contexto del oro de inversión (por tanto sin IVA). Una diferencia importante.

Fuente: El oro una inversión que asegura