Un Rey impecable pide perdón mientras Ana Jaguar Mato acaba de exprimirnos a todos los ancianos de España

Publicado el 19 abril 2012 por Romanas
  Ana Mato y todos los consejeros de sanidad de las Comunidades Autónomas
 Y estos tíos y tías, además, se ríen.
 A mí me llena de vergúenza ajena todo lo que está ocurriendo en este desvergonzado país donde, por una parte, un infante real se pega un tiro en el pie, menos mal porque el impecable se lo pegó, y fue mortal, a su hermano, mientras su abuelo se va de putas y de caza, que es casi lo mismo, al propio tiempo que el país se levanta en armas porque otro no se ha dejado dar el timo de la estampita, tolerando que un sinvergüenza capitalista español haga el negocio del siglo vendiéndole a los chinos una petrolera que no era suya sino de todos los argentinos, al propio tiempo que Rajoy se muestra compungido porque las lamentables circunstancias le han obligado a ordenar a Ana Jaguar Mato que hipoteque todavía más las pensiones de todos los ancianos españoles, mientras que ellos estrenan, seguramente, un nuevo coche que a ella, por lo menos, le será tan desconocido como aquel puñetero jaguar que un maldito día, vaya v. a saber por qué, apareció el insolente por su garaje.
 Y todo esto,  lo juro, no es ni mucho menos casual sino que está en la propia naturaleza de las cosas. Si un pueblo en masa vota a unos canallas especuladores que desde hace siglos vienen esquilmándonos de mala manera es lógico que éstos piensen que los tontos de los cojones de los españoles lo han hecho para que ellos puedan seguir explotándonos y, como es también lógico, piensen que lo que quieren, como aquellos hermanos Marx es madera, mucho más madera y nos aprieten las clavijas por todas partes, el tal Wert intentando reducir la enseñanza pública prácticamente a cenizas disminuyendo el número de profesores al propio tiempo que aumenta el número de alumnos porque es aquí, en la instrucción pública, como ellos saben muy bien, en donde se está riñendo realmente la auténtica batalla, puesto que si los hijos de los trabajadores acaban por no saber leer y escribir, cómo coño van a saber nunca lo que realmente sucede en este país y de qué van a protestar si ni siquiera sabrán cómo y ante quién hacerlo, perdidos como estarán en la más negra de las noches de la ignorancia.
 Y la tal Jaguar Mato sonriendo con su cara de taimada gatita al propio tiempo que echa en las arcas de las multinacionales farmacéuticas unos cuantos óbolos más porque las pobres están perdiendo mucho dinero indemnizando a los enfermos norteamericanos que no se resisten a llevarlas, allí, continuamente ante los tribunales, de manera que las pobres sociedades necesitan que alguien les compense todo lo que allí pierden.
 Pero, eso, sí, este gobierno tan desprendido que nos dirige ha rebajado el sueldo a los expresidentes que en su día dirigieron igualmente a nuestro paìs y que casi se hallaban los pobres en la puta indigencia, así, Suárez, creo que se cuida de su alzheimer, como mi mujer, en un tan puñetero como gratuito centro de día, González, se ve obligado a alternar los consejos de administración de algunas de las más importantes compañía nacionales, dándole de paso algunos consejos a su mejor amigo, el tal Slím, que, dicen las malas lenguas, Forbes, que es el hombre más rico del mundo, mientras Aznar alterna sus labores en la mayor de las productoras de oro del mundo y las empresas de comunicación de ese prócer ejemplo ético que es el tal Murdoch, el hombre acusado con todas las más evidemtes pruebas  de espiar y sobornar a todo quisqui para así poder publicar las “verdades” más convenientes a sus intereses. Del pobre Bambi casi nada se sabe que no sea que ha ingresado en ese cementerio para elefantes que es el Consejo de Estado.
 Y, hablando de elefantes, ¿cómo es posible que al Rey de uno de los países que más está sufriendo la cruelísima crisis que asola el mundo, con casi 5 millones de parados, muertos de hambre y de frío, que no sienten otro calor que el que les producen los piojos que los afligen con sus furiosos picores, no se lo ocurra otra cosa que expresar esa solidaridad que siempre ha tenido con todos nuestros problemas que yéndose de caza y de putas que, como decíamos al principio, es casi lo mismo, con la mala fortuna para él y buena para nosotros de que no sabemos ni sabremos nunca cómo, se ha fracturado la cadera y ha tenido que regresar dejando por allí, por Bostwana, unos cuantos elefantes muertos y unos cuantos polvos más sobre su extraordinario prestigio como espléndido amante?
 Pero es un hombre con grandes reflejos como demuestra que, apenas levantado del lecho del dolor, haya comparecido ante el mundo para  pedir perdón, un tío que es precisamente uno de los pocos sujetos de derecho impecables o sea que, de acuerdo con el principio anglosajón que reza “the king can do no wrong”, el Rey no puede pecar, lo haya apartado de un sonoro manotazo para asumir la responsabilidad de una pequeña travesura senil.
 Pero qué suerte tenemos todos los españoles con estos egregios señores que tan bien nos gobiernan.