Como consecuencia de todo ello, ya tenemos la infección del ébola en España, como habían advertido todas las instancias que han expresado su opinión en este asunto, incluida la de este blog, por lo que resta esperar que la alerta epidemiológica pueda controlar y erradicar el foco contagioso detectado en Madrid, no limitándose a culpabilizar a quien no es sino víctima de una cadena de negligencias políticas y sanitarias. Alguien debería responder ante los ciudadanos por esta arbitrariedad irresponsable, alguien, desde la ministra Mato hasta el director del Carlos III, debería presentar la dimisión por su absoluta incompetencia, al exponer a la población española al gravísimo riesgo de infección de una enfermedad mortal y sin cura, de manera tan gratuita y peligrosa. Sería lo que cabría esperar de personas con dignidad profesional, y personal, ante el cúmulo de errores cometidos y que pueden acarrear la muerte a un número indeterminado de inocentes ciudadanos. Era un riesgo anunciado.
Como consecuencia de todo ello, ya tenemos la infección del ébola en España, como habían advertido todas las instancias que han expresado su opinión en este asunto, incluida la de este blog, por lo que resta esperar que la alerta epidemiológica pueda controlar y erradicar el foco contagioso detectado en Madrid, no limitándose a culpabilizar a quien no es sino víctima de una cadena de negligencias políticas y sanitarias. Alguien debería responder ante los ciudadanos por esta arbitrariedad irresponsable, alguien, desde la ministra Mato hasta el director del Carlos III, debería presentar la dimisión por su absoluta incompetencia, al exponer a la población española al gravísimo riesgo de infección de una enfermedad mortal y sin cura, de manera tan gratuita y peligrosa. Sería lo que cabría esperar de personas con dignidad profesional, y personal, ante el cúmulo de errores cometidos y que pueden acarrear la muerte a un número indeterminado de inocentes ciudadanos. Era un riesgo anunciado.