Para inventar lugares nuevos
sobre paisajes conocidos
y dibujar rostros serenos
en la secuencia de la vida,
toma la luz que aún ilumina
el interior de las palabras
y ponla encima de la mesa:
que pueda verse y haga ver.
Luego, desanda la escondida
vía empedrada de los signosy mientras borras tus pisadas
escucha el hueco de su voz.
Ese será el lugar nuevo.
Y ese tu rostro. Al fin, fundidos.Paisaje que esconde un rostro. Autor desconocido. Tomado de aquí.