Un secreto. Alejandro Palomas.

Publicado el 02 abril 2019 por Meg @CazaEstrellas

«Papá dice que cuando menos lo esperas pasan cosas, unas buenas y otras así así, y que lo mejor es tomarlas como vienen. Y también dice "Al mal tiempo buena cara", que es como decir "llueve, pero qué se le va a hacer" aunque en persona mayor».

Vuelve Alejandro Palomas, y con él retomo yo también mi actividad en el blog. El pasado día 19 de marzo tenía una cita ineludible en la librería. Ganas, lo que se dice ganas, tenía pocas, pero debía parte de un regalo de cumpleaños (a Marina, de Cargada con libros, hay que regalarle libros que todavía no están a la venta, de lo contrario el regalar se puede convertir en un deporte de riesgo), y una promesa es una promesa. Por fin  se publicaba "Un secreto", continuación de "Un hijo" y, ya que estaba, aproveché también para hacerme con mi ejemplar. Hoy os cuento mis impresiones.
Nos reencontramos con Guille, ese niño tan especial, tierno y frágil que, pese a seguir acusando la ausencia de su madre,  parece haber logrado la estabilidad familiar junto a su padre, algo en lo que siguen trabajando con la ayuda y supervisión de María, aquella orientadora "mágica" e imprescindible en la vida de ambos. Pero ya no son dos, y es que desde Navidad Nazia, aquella compañera de clase de Guille, ahora es su hermana de acogida y cobra especial protagonismo en esta nueva entrega. 
Nazia está "demasiado bien" dada la situación familiar y la experiencia por la que está pasando (la familia es detenida por la policía cuando pretendían viajar a Pakistán para casarla con un primo, por lo que pasa de vivir con ellos en el supermercado a estar en acogida temporal),  pero a María nada se le escapa; tampoco a Sonia, una de las maestras  del cole,  y es que Nazia, como Guille,  también es un "niño iceberg": niños cuyos comportamientos son solo la punta de un iceberg, y con los que hay que trabajar mucho para lograr ver el fondo. Un trabajo que no solo requiere esfuerzo con los niños, sino con los profesionales que trabajan con ellos porque a veces, por el paso los años, el desánimo o la falta de vocación, estas personas no ven más allá de sus narices, algo que queda muy bien reflejado en este libro.
En esta ocasión, la pequeña Nazia está obsesionada con la Cenicienta. Además, atesora una misteriosa foto y guarda un secreto que poco a poco saldrá a la luz gracias a Guille, a Ángela (una compañera nueva en clase muy, muy especial también) y a la ayuda de los adultos. Poco a poco iremos tirando del hilo y resolviendo el rompecabezas de una historia dura, pero llena de esperanza. 
Ya sabéis que soy una lectora palomizada, por lo que es inevitable que Un secreto me haya cautivado de principio a fin con sus colibríes, su música, su sencillez y sus pinceladas de magia. Qué bien  reencontrarme con esa inocencia infantil que desarma y emociona (este año los niños que me rodean son muy "diferentes" a Guille, vamos a dejarlo ahí). Necesitaba leer a Alejandro Palomas, buscar el bálsamo de sus reflexiones en las redes o su literatura, y el destino ha querido que justo ahora se publicara este libro cuya lectura ha sido un pequeño lenitivo. Y ya está.