En la era de los cyborgs no podemos por menos que alegrarnos cuando aparecen noticias que hacen alguna alusiĂłn a las personas y a su condiciĂłn de humanos. Una de las principales caracterĂsticas de los seres humanos, es que somos imperfectos, y para muestra de ello, tenemos que nos ponemos enfermos, y que morimos, y ademĂĄs, que somos capaces de experimentar sentimientos, como el miedo, la emociĂłn, la ansiedad, el enamoramiento…Cada personas constituye un mundo propio y la tecnologĂa pretende mejorar la seguridad basĂĄndose en nuestros propios patrones.
Hemos sabido que existen tecnologĂas capaces de identificarnos por nuestros ojos, mediante las huellas del iris. También que nos reconocen por medio de nuestras huellas dactilares, simplemente acercando un dedo, con el objetivo de ser identificados evitando intrusiones indeseadas tanto en nuestra privacidad, de nuestros dispositivos, como en los lugares de afluencia de pĂşblico para evitar la entrada de delincuentes y los peligros.
De los ojos y la voz, al sensor de pulso cardĂaco
Los sensores para identificar personas han querido acaparar también nuestra voz, haciendo los celulares mĂĄs accesibles, incluso a personas que no pueden mover sus manos. Y es que se busca con las nuevas herramientas, tanto facilitarnos la vida, como aumentar nuestras opciones y procurarnos una mayor diversiĂłn. Ahora, existe otra manera mĂĄs de garantizar nuestra exclusiva accesibilidad y, con ello, nuestra seguridad, se trata de sensores de pulso cardĂaco, que ayudarĂan a lograr una identificaciĂłn biométrica mĂĄs precisa.
Este sensor de pulso cardĂaco ha sido diseĂąado por Apple, y tiene como destino incorporarse a los futuros iPhones. El objetivo es doble, por un lado identificar posiblemente al propietario del teléfono, mientras que por otro, también podrĂa tener utilidad para controlar la salud de los pacientes, sobre todo, si estĂĄn enfermos. De funcionar, las nuevas generaciones tendrĂan un médico encima las 24 horas, y no le valdrĂan excusas para postergar una revisiĂłn, ya que el mĂłvil actuarĂa como un chivato alertĂĄndote de cualquier variaciĂłn en tus pulsaciones.
El sistema se basarĂa en un anĂĄlisis complejo, que va mĂĄs allĂĄ de las pulsaciones por minuto, de manera que se obtenga un registro Ăşnico para cada persona, mediante pequeĂąos matices del electrocardiograma.
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