Hace dos semanas que Showtime estrenó otra de sus apuestas para la midseason: "Shameless", remake de la serie que lleva el mismo nombre en UK, y que tiene la friolera de 8 temporadas. La familia Gallagher tiene mucho que contar, y así parece que quiere hacerlo la cadena por cable americana. Debo confesar que no tenía intención de ver la serie cuando se habló de ella, pero al final la curiosidad me ha podido, y me descargué el Piloto y el segundo capítulo. ¡Bien hecho!
En "Shameless" la familia Gallagher es la protagonista. William H. Macy (maridísimo de la desesperada Felicity Huffman), es el patriarca de la familia, lo que no quiere decir que por ello sea el cabeza de la misma. Alcohólico de profesión. Nada más que añadir. El rol de madre lo tiene Fiona, Emmy Rossum, pluriempleada de profesión y madre a jornada completa. El resto de hermanos son Carl (Ethan Cutkosky), Debbie (Emma Kenney), Ian (Cameron Monaghan) y Lip (Jeremy Allen). Y el bebé Liam. Todos son conscientes del desastre de padre que tienen, pero no dejan de quererle. A la ecuación hay que sumarles a sus vecinos Veronica (Shanola Hampton, auténtica robasescenas) y Kevin (Steve Howey). También está Steve (Justin Chatwin), novio de Fiona, y ángel de la guarda de la familia, y Karen (Laura Wiggins), la novia de Lip, y su madre Sheila (Joan Cusack), obsesa sexual.
La familia Gallagher, a pesar de la pésima situación que viven (lo que incluye que tengan que pagar entre todos los hermanos el agua, la electricidad y restos de impuestos, robar comida del camión de reparto, y por supuesto remover cielo y tierra cuando el padre no regresa a casa) es feliz. Sí, entre ellos se quieren, que es lo más importante que tienen. Son unos "desgraciados" felices. Y no deja de ser una serie de teleivisión, una ficción, pero es triste pensar que hay gente viviendo en estas condiciones.
La primera impresión no ha podido ser más positiva. Nos encontramos ante otra de las nuevas (y exitosas) dramedias que tantas alegrías dan (y darán a su cadena madre). La familia Gallagher te atrapa, y al reparto no se le puede reclamar nada (excelente Rossum). Es pronto para tener una opinión muy formada sobre la serie, pero creo que estamos ante el mejor estreno de la midseason. ¡Ojito!