Un SI total al final de Perdidos.

Publicado el 25 mayo 2010 por Aldomine

Con el final de Perdidos a punto de nieve en la retina y antes de envenenarme con las quejas y teorías que están incendiando la red digo un SI total y rotundo al cierre de las aventuras de Jack, Kate, Sawyer y otros losties del montón. (Evidentemente contiene SPOILERS)

Poco importan afortunadamente las respuestas no ofrecidas (o sólo sugeridas) en torno al origen y finalidad de la misteriosa isla y los eventos por allí acaecidos durante seis temporadas y muchas civilizaciones pretéritas. Esta serie se ha hecho grande al dejar en suspenso buena parte del mcguffin utilizado para engañar, despistar, desvelar y sobre todo entretener a medio mundo en favor de otorgar el protagonismo en el último capítulo a los personajes que han hecho grande esta serie. Unos personajes que a durante la mayor parte de la serie han actuado por impulsos, por instinto de supervivencia, por proteger a un hijo o a una esposa y que encuentran en este bello final la recompensa final a sus esfuerzos por sobrevivir. Los pasajeros del vuelo 815 de Oceanic han sido durante seis temporadas algo parecido a entes incorpóreos viajando en un entorno hostil, adaptándose continuamente a los obstáculos encontrados en esa isla. Sin tiempo para pensar ni sentir.
No importa que hace un oso polar en medio de una isla del Pacífico, porqué se oyen susurros en la isla o el origen verdadero del humo negro, todo lo que ocurrido en esa isla es completamente real por mucho que nos cueste creerlo. Es el lugar donde han confluido las vidas de unas personas que un día se subieron a un avión destino Los Ángeles en soledad, ariscos y egoístas huyendo de un presente vacio y que tras pasar por esa isla, hayan salido vivos o muertos son otras personas diferentes. Personajes a la búsqueda de un norte que en la isla encuentran su destino. Un destino que pasa por el sacrificio, el sufrimiento, el peligro y muchas veces la muerte pero que descubre a todos esa luz interior que se esconde en el corazón de la isla. Luz que para unos es el amor, para otros estar sanos, o simplemente la posibilidad de iniciar una nueva vida, una nueva esperanza a alcanzar vivos o muertos.
Todos ellos acaban por descubrir que el sentido último de sus vidas y el motivo por el que se encuentran en esa isla sólo pueden descubrirlo entre todos, un trabajo en equipo. “Vivir juntos, morir solo” era una de las máximas de estos personajes en los primeros capítulos. Una sentencia que se mira en uno de los espejos tan utilizados durante esta temporada, y se ve reflejada como “Vivir solos, morir juntos” Solamente juntos, los losties tendrán la capacidad de poder recordar su vida real e ir hacia esa luz prometida y cegadora.

 Lost nos mostró primero el pasado de los protagonistas, sus flashbacks antes de llegar a su punto de encuentro. Ese avión al que tantas veces hemos vuelto, una avión que es principio y fin y vuelta a empezar. Poco a poco descubrimos las relaciones casuales (o no) que entre ellos había, al mismo tiempo que sus relaciones personales dentro de la aventura de la isla avanzaban. Algunos salieron de esa isla que “los necesitaba casi tanto como ellos a la isla” y vimos sus esfuerzos por regresar a esa isla. Les vimos saltar en el tiempo, perdidos en el espacio-tiempo, intentando reencontrarse unos con otros, porque se necesitaban para poder proteger entre todos esa isla. Una isla que al final no es más que una vida condensada donde unas decenas de personas se necesitan las unas a las otras para lograr un objetivo común, proteger la luz de esa isla y vivir de la mejor manera posible. Los losties se necesitan los unos a los otros en la isla o fuera de ella. Se podrían haber conocido en la isla o en el café de la esquina, peo se necesitan entre ellos tanto como necesitamos decenas, cientos y miles de personas a nuestro alrededor para que nuestra vida solitaria funcione con regularidad.En Lost, hemos visto sacrificios de todo tipo. Desde la recordada muerte de Charlie ahogado, el salto de Sawyer del helicóptero, o la detonación de la bomba de hidrogeno por la gran doctora Juliette Burke todo ha sido en favor del grupo. Los personajes que pululan por la isla aprendieron pronto que se necesitaban los unos a los otros aún sin saber el objetivo último que perseguían. Todo ha sucedido siempre en grupo, trabajando en común, unos a favor de los otros. Por eso es tan coherente que Jack, el eterno héroe atormentado, el último iluminado, no consiga acabar sólo con Locke humonegro y necesite de una Kate Austen, siempre dispuesta a empuñar un rifle. Les hemos visto separarse en bandos diferentes, siguiendo a diferentes líderes dentro de la manada, pero al final han acabado por necesitarse de nuevo, aún en diferentes épocas temporales. Lo que han hecho, hecho está y siempre lo han hecho juntos.
La variable X ha ofrecido esta sexta temporada a los pasajeros del 815 la posibilidad de reconstruir una vida donde la isla no ha existido. Un limbo espacio temporal donde no existe el aquí ni ahora, una vida inventada, soñada, paso previo a sumergirse en esa luz que protegieron sin saberlo durante su estancia en esa isla. En esta realidad X también se necesitan los unos a los otros para poder recordar, recordarse a sí mismos y entender cual es su nueva situación. Para poder desprenderse de esa vida inventada y sumergirse en esa luz se necesitan. No importa cómo y donde murieron, (“Te he echado de menos” le dice una emocionada Kate que pudo haber sobrevivido 60 años a Jack), los protagonistas de Perdidos vivieron juntos algunas de las experiencias más intensas de su vida, y para dejar de estar perdidos en esa realidad X también necesitan reencontrarse.
En el final de Los Otros, Grace (Nicole Kidman), al descubrir su propia realidad, se viene abajo y llora desconsolada al recordar el motivo de su penitencia. Se da cuenta de que jamás podrá desprenderse de ella y de su culpa. Los personajes de Perdidos encuentran la calma final al recordar su vida real. No hay sentimiento de culpa ni penitencias por cumplir, lo único necesario es aprender cual es ese nuevo estado sin aquí ni ahora. Lo que están viviendo puede ser mejor (Kate es fugitiva pero inocente, los Kwon huyen del padre de Sun pero se respetan el uno al otro, Desmond es respetado por Widmore, Sayid consigue que Nadia siga con vida, Charlie sigue en su banda…) pero no es verdad. Es una invención propia, su subsconciente que trae de nuevo a sus vidas a sus compañeros de aventuras. Eligen la posibilidad de cruzar una puerta y sufrir y morir como en la isla pero tienen la posibilidad de elegir. Por ello Ben elige quedarse fuera y disfrutar más de esa vida inventada donde es una persona de buen corazón capaz de encontrar el amor de una hija, Ana Lucia no está preparada aún y una iluminada Eloise Hawking pide a Desmond que no haga recordar aún a su hijo Faraday aún, para poder disfrutar de él, tras elegir sacrificarle en la isla. Desmond, con la ayuda de Rose, Libby,Bernard o Boone ha logrado que todos consigan llegar a ese “Lo que pasó, pasó” sobre el que giró la quinta temporada.
Principio y final
El círculo se cierra tal y como comenzó. Del ojo abierto de Jack pasamos al ojo de Jack que se cierra eternamente (al lado del perro Vincent) para sumergirse en nunca se sabrá qué. No hay respuestas. Por el camino han reunido el valor para enfrentarse a la ausencia de ellas y cruzar la puerta. No hay mejor regalo para unos personajes que nos lo han hecho pasar en grande durante seis años. Gracias.