Los eruditos están divididos en cuanto a por qué Twain quería que el relato de su vida se mantuviera en secreto durante tanto tiempo. Algunos creen que fue porque quería hablar libremente sobre cuestiones como la religión y la política. Otros argumentan que el tiempo de retraso le libraría de tener que preocuparse por ofender a los amigos.
Una cosa es segura: al retrasar la publicación, el autor, que gustaba de su estatus de celebridad, se ha asegurado estar vigente durante el siglo XXI. Una sección de la memoria detallará su relación poco conocida -pero que causó gran escándalo- con Isabel Van Kleek Lyon, que se convirtió en su secretaria después de la muerte de su esposa Olivia en 1904. Twain estaba tan cerca de Isabel , que una vez le compró un juguete vibrador sexual eléctrico. Pero ella fue abruptamente despedida en 1909, después de que el autor afirmara que lo había "hipnotizado"para exigirle poder de representación respecto a sus bienes.
El tenía dudas acerca de Dios, y en la autobiografía, cuestiona la misión imperial de los EE.UU. en Cuba, Puerto Rico y Filipinas. También es crítico de [Teodoro] Roosevelt, y considera que el patriotismo es el último refugio de los sinvergüenzas. A Twain también le desagradaba el envío de misioneros cristianos al África, dijo que en medio había un gran negocio.
Los beneficios de la publicación, a falta de sobrevivir descendientes (una hija, Clara, murió en 1962, y una nieta Nina se suicidó en 1966) irán a parar a museos y bibliotecas que conservan su legado.