Un siglo esperando

Publicado el 24 mayo 2010 por Dean
Uno de los deseos que tuvo antes de morir  Mark Twain, era que su autobiografía no fuese revelada hasta 100 años después de su muerte, hoy al fin se hace realidad: una autobiografía amplia, franca y reveladora a la que dedicó la última década de su vida, por fin va a ser publicada. El creador de Tom Sawyer, Huckleberry Finn y algunas de las frases más frecuentemente citadas erróneamente en el idioma Inglés, ha dejado 5.000 páginas sin editar de las memorias de cuando murió en 1910, junto con las notas escritas a mano diciendo que no quería que llegaran a las librerías hasta que no pasara un siglo. El manuscrito ha permanecido en una bóveda, de la Universidad de Berkeley en California, y ahora se dará a conocer el primer volumen de la autobiografía de Mark Twain.
Los eruditos están divididos en cuanto a por qué Twain quería que el relato de su vida se mantuviera en secreto durante tanto tiempo. Algunos creen que fue porque quería hablar libremente sobre cuestiones como la religión y la política. Otros argumentan que el tiempo de retraso le libraría de tener que preocuparse por ofender a los amigos.
Una cosa es segura: al retrasar la publicación, el autor, que gustaba de su estatus de celebridad, se ha asegurado estar vigente durante el siglo XXI.  Una sección de la memoria detallará su relación poco conocida -pero que causó gran  escándalo- con Isabel Van Kleek Lyon, que se convirtió en su secretaria después de la muerte de su esposa Olivia en 1904. Twain estaba tan cerca de Isabel , que una vez  le compró un juguete vibrador sexual eléctrico.  Pero ella fue abruptamente despedida en 1909, después de que el autor afirmara que lo había "hipnotizado"para exigirle poder de representación respecto a sus bienes.
Hay una percepción de que Twain pasó sus últimos años disfrutando de la adoración de sus fans. La autobiografía tal vez demuestre que no fue un momento tan feliz. Pasó seis meses del último año de su vida escribiendo un manuscrito completo, diciendo cosas que nunca había dicho sobre cualquier persona  antes. 
El tenía dudas acerca de Dios, y en la autobiografía, cuestiona la misión imperial de los EE.UU. en Cuba, Puerto Rico y Filipinas. También es crítico de [Teodoro] Roosevelt, y considera que el patriotismo es el último refugio de los sinvergüenzas. A Twain también le desagradaba el envío de misioneros cristianos al África, dijo que en medio había un gran negocio.
Los beneficios de la  publicación, a falta de sobrevivir descendientes (una hija, Clara, murió en 1962, y una nieta Nina se suicidó en 1966) irán a parar a museos y bibliotecas que conservan su legado.