¿Un simple tropiezo?

Publicado el 19 marzo 2012 por Futbolgol

Los equipos grandes viven en la obligación de ganar todos los partidos, cada uno de los rivales a los que se enfrentan parten con desventaja, al menos desde el punto de vista del favoritismo. En la época actual, esto se acentúa todavía más, los dos colosos que dominan el fútbol español demuestran su superioridad semana a semana, haciendo que cada uno de los tropiezos que protagonizan sean, de inmediato, portada en la prensa deportiva.

Esta semana le ha tocado el turno al Real Madrid, líder destacado de la competición liguera. Su empate, en el último minuto, ante el Málaga, ha propiciado que suenen las alarmas en la casa blanca, no por el partido en sí, que se pudo ganar perfectamente, con algo más de puntería, sino por la serie de encuentros que lleva el equipo sin convencer en su juego.

La apisonadora de principios de temporada ha dejado paso a un conjunto más similar a lo que viene siendo norma en las últimas temporadas, un dominador de las áreas. Marca diferencias por su brutal pegada, con varios de los mejores delanteros del mundo, esto parece que va a seguir siendo un rasgo característico. Atrás, los problemas son patentes, no se confía en los laterales, Arbeloa fue sustituido por Lass, en un claro toque de atención. En el otro lado, Marcelo ha dejado de ser tan decisivo en ataque y sigue siendo un coladero en defensa. Sólo la gran actuación de la pareja de centrales, Pepe-Ramos, parece mantenerse al nivel que se le supone a una de las mejores plantillas del mundo. Ni siquiera el gran capitán, Iker Casillas, se libra de las incipientes dudas que se ciernen sobre el club del Bernabeú. Sus últimas actuaciones han estado protagonizadas por más sombras que luces.

En el centro del campo, Xabi Alonso no es ni la sombra del que fue antes de navidad, es motivo de análisis más detallado este preocupante bajón. Sin su faro, el equipo se pierde en las transiciones ya que Khedira no ayuda demasiado en las tareas organizativas, sigue ofreciendo un trabajo gris, importante cuando el equipo funciona bien, pero insuficiente cuando pasa apuros.

Ozil y Kaká están a lo suyo, intentando enlazar el centro del campo con la delantera, unas veces con más éxito, son dos jugadores que se pueden definir con la misma palabra, irregularidad, aunque por diferentes motivos. Si el turco-alemán funciona, el equipo suele encontrar a los puntas en posiciones favorables con frecuencia. El caso del brasileño es distinto, de vez en cuando da alguna pincelada que nos recuerda que estamos ante un balón de oro. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, sus actuaciones no pasan de discretas.

Los delanteros pelean por ver quién hace más números y aporta más al equipo, Benzemá ha mutado en goleador, Cristiano Ronaldo cada vez da más asistencias, sin dejar de lado su inhumano promedio goleador. Higuaín es la bala en la recámara. Bala de oro, que seguramente sería titular en casi cualquier equipo de primer nivel, de hecho, por números, puede competir con cualquier delantero europeo, exceptuando los 2 estratosféricos mejores jugadores del momento.

Los síntomas no parecen ser demasiado positivos. A pesar de ello la situación deportiva es envidiable, líderes en liga con 8 puntos de ventaja sobre uno de los mejores Barça de la historia y clasificados para cuartos de final de Champions League ante un rival menor, como es el Apoel Nicosia. Seguro que allá por septiembre, casi cualquier aficionado blanco firmaría por estar en esta situación a estas alturas de la temporada. Quedan dos meses para finalizar la misma, será harto interesante vislumbrar si lo expuesto en el artículo va a más o si, por el contrario, se despejan las nubes del horizonte y los títulos comienzan a llegar a Concha Espina.