Un rápido repaso de los datos a apuntar para operar con el sistema:
En la imagen inferior, la columna 1 es el precio de las acciones. La columna 2, el CFAV, es siempre el 10% del valor de las acciones. La 3 es el dinero en metálico. La columna 4, el Control de Cartera, inicialmente igual al valor de acciones.
La columna 5 es el consejo: El Control de Cartera menos el valor de las acciones. La columna 6, la orden real de compra o de venta, que sólo será real si el consejo de Compra/venta es mayor que el CFAV.
Por ultimo, el valor cartera es la cartera total sumando liquidez y acciones.
En la primera linea, es decir, en el primer mes de operaciones, introducimos la compra de 100 acciones por valor de 5000€. El CFAV 1/10 de ese valor, 500. Y la liquidez inicial, otros 5000€.
El Control de Cartera se establece en el valor de acciones, 5000.
En la segunda linea, (el 2ª mes) supongamos que el valor de las acciones sube a 5500. Y el dinero en metálico nos renta intereses hasta 5010.
Ahora, atención, porque el valor de acciones es superior al Control de Cartera en 500 €. Eso implica que hay un consejo de venta de acciones por valor de 500 €. Sin embargo, el CFAV (550) es superior a consejo de venta: por tanto, el consejo queda anulado, y la columna de orden de compra /venta queda a 0.
En el 3º mes, las acciones vuelven a subir, hasta 6000€. De nuevo, el Valor de Acciones supera al control de cartera, ahora en 1000€. Por tanto hay que vender acciones. En esta ocasión, vemos que esa cantidad es superior al CFAV, luego la orden se ejecuta. Pero, la cantidad a vender se minora en el CFAV; es decir, 1000-600= 400 € de acciones a vender. Puesto que no se ha comprado nada, el Control de Cartera no cambia.
El 4º mes, el valor de las acciones se reduce en los 400€ vendidos, hasta 5600€, y el dinero en metálico se ha incrementado en los 400€ que hemos obtenido por las acciones, más los intereses.
Puesto que el Control de Cartera es superior en 600€ al valor de las acciones, de nuevo debemos vender acciones. E igual que antes, disminuimos la compra la misma cantidad que el CFAV, 560. Es decir, deberíamos vender 40€ en acciones. Como la cifra es inferior a 100€, la ignoramos y no hacemos nada.
El Control de Cartera permenece impertérrito, sin cambiar su cifra.
El 5º mes, suponemos que el mercado BAJA, y las acciones pasan a valer 4400€. El dinero en metálico ha vuelto a subir gracias a los intereses; y la suma de dinero y acciones es de 9850€.
En 5 meses, el mercado habría bajado un 12%, pero nuestro capital tan sólo baja un 1,5%.
En esta ocasión, el Control de Cartera es inferior al valor de las acciones: debemos comprar más acciones. La diferencia, 5000-4400, es lo que deberíamos comprar, es decir 600. Pero como siempre, esa cantidad la disminuye el CFAV: 600-440= 160€, que será la orden efectiva de compra de acciones que debemos ejecutar.
Puesto que ahora es una compra, retiramos esa cantidad del dinero en metálico. Y, aumentamos el Control de Cartera en la mitad de la compra: 80€.
Y asi sucesivamente: El GIA comprará acciones en mercados bajistas, y las venderá en mercados alcistas. Pero si el mercado se mueve en posiciones anodinas, los controles del GIA evitarán las compras y ventas frecuentes, que solo nos marean sin llegar a ningún lado, corriendo como un pollo sin cabeza.
En vez de eso, nos mantendrá al margen, recibiendo, eso si, los rendimientos del dinero en efectivo, que siempre ayudan.
A por el millón.
¿Cómo puede darnos este sistema un millón de euros?.
El ejemplo original propuesto por Robert Lichello, planteaba una situación en un entorno de bolsa volátil, donde nuestros activos suben y bajan, aunque tampoco acaban de subir.
Si planteamos un año de inversión, durante el cual nuestra cartera de valores se mueve del siguiente modo:
¿Cómo quedaría nuestra inversión en Diciembre? Obviamente, perdiendo un 20%.
La peor racha de pérdidas es del 50%, recuperándose en una rápida subida, pero de nuevo vuelve a caer y vuelve a subir hasta quedarse en 8, un 20% abajo.
En esta situación, el inversor tipo “compra y olvida” no sólo pierde dinero, sino que además vive en una zozobra permanente, viendo como su volátil cartera no acaba de recuperarse.
Vale. ¿Y qué tal lo hace la máquina del dinero con los mismos movimientos?
En el siguiente gráfico muestro los resultados. He añadido ahora una columna de “acciones en propiedad”; y también, una columna “Intereses”, que nos mostrarán la progresión de los intereses del metálico.
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Tras 12 meses, el GIA no sólo no pierde, sino que gana un 71%.
El ejemplo de Robert Lichello es, por tanto, repetir este año aproximadamente 8 veces. En 8 años, los 10.000 € se convierten en 1 Millon.
Obviamente esta es una situación ideal, con una volatilidad que es muy difícil que se repita tanto tiempo, y el autor así lo reconoce.
Pero la cuestión no es esa, sino que éste sistema es capaz de ganar dinero, incluso aunque la bolsa no suba nada. Las crisis bursátiles van a ser música para los oídos del GIA. Cuanto más caigan las acciones, más baratas se comprarán.
La clave, como te puedes imaginar, es que en algún momento las acciones deben subir. Si el mercado se derrumba, y no vuelve a subir, el GIA no ganará. Por esa razón, no hay que operar contra acciones que tengan peligro de hundirse para siempre. En algún momento deben recuperarse, aunque sea en parte.
Afortunadamente, hoy en día existen muchos activos que replican índices bursátiles o sectores de la economía, que, a diferencia de las acciones de una sóla empresa, es muy difícil que se derrumben de modo permanente.
Probando el sistema
He comprobado el rendimiento del GIA sobre muchos activos, pero voy a mostrar aqui el principal, el índice norteamericano SP500.
Estos son los resultados entre el 2007 y el 2014:
El GIA obtiene una rentabilidad del 46% desde el 2007, contra una rentabilidad del 27% del SP500. El GIA supera al mercado en 20 puntos más de beneficio.
Y además, con mucho menos riesgo: la máxima pérdida del GIA es del -29%, mientras que el SP500 cayó un 49%, 20 puntos peor.
Por otra parte, el Sp500 no es el mejor índice para operar con el GIA. Sería mejor probar con índices más volátiles.
Y además existen muchas variantes a la hora de ejecutar el sistema. Una de las más obvias sería utilizar varias máquinas GIA a la vez: Dividiendo nuestro capital en porciones independientes, podemos operar en paralelo contra varios índices, a poder ser descorrelacionados entre sí, como pueden ser materias primas y acciones, mercados emergentes y desarrollados, o el oro y las utilities.. etc. Esto debería disminuir el riesgo y aumentar el beneficio.
Existen más variantes y más posibilidades que contar sobre el sistema. Lógicamente Lichello tiene muchos más detalles en su libro. En caso de que te interese este estilo de inversión, te recomiendo que lo leas.
Pruébalo tú mismo
La simulación de este método no es la clásica de un sistema automático, y puede ser muy laboriosa si se hace a mano.
Afortunadamente, he creado para los lectores del blog una hoja de cálculo que permite probar el GIA contra distintos índices, mercados o acciones, sin necesidad de saber nada de programación, ni de software de backtest, ni comprar bases de datos históricas.
Basta con manejarse un poco en Excel.
Es bastante sencillo: En primer lugar necesitamos datos sobre los que trabajar: los datos históricos del índice o mercado que queramos testear. Por ejemplo, el testeo sobre el SP500 lo he hecho de este modo:
1º- Obtenemos los datos en modo mensual del SP500. Vamos a Yahoo y buscamos representar gráficamente el SP500.
A la izquierda del gráfico del SP500, Yahoo nos permite bajarnos los datos a un fichero CSV (separado por comas). En nuestro caso, elegimos datos mensuales:
3º- Después de importar los datos, borramos las columnas que no nos interesan, y dejamos las que sí. En nuestro caso, nos basta con las columnas de fechas y de cierre del mes.
Podemos ordenar los datos por fecha, (En excel, menú Datos-Ordenar), y así tenemos los datos perfectos para copiar y pegar en la hoja de cálculo de testeo.
Al pegar los datos de cierre del SP, se actualizan automáticamente los cálculos de rentabilidad por cada mes, tanto del GIA como del SP500, para poder compararlos, o incluso graficarlos, tal y como he hecho yo en el ejemplo anterior.
En caso de que existan más datos importados que filas en la hoja de testeo, basta con sombrear la última fila y extender hacia abajo para replicar las formulas. Eso si, las fórmulas de las filas sombreadas en azul no deben cambiarse para que no haya errores.
Asi, con esta utilidad puedes probar la máquina del dinero de Lichello en distintos períodos y activos.
Si deseas que te la envíe, mándame tu e-mail. Además de enviarte la hoja, lo único que haré es añadir tu correo a mi lista de notificaciones de mis nuevos posts; pero te borro de esa lista para siempre en el momento que quieras.
Espero que “el sistema para ganar un millon de euros en bolsa” de Robert Lichello haya quedado claro, a pesar de que he tenido que resumir muchas ideas de un libro, en tan sólo dos articulos.
Este sistema admite muchas variantes, y creo que puede ser rentable en plazos largos con una gran fiabilidad. Muchas personas lo utilizan en EEUU.
Yo estoy probando distintas configuraciones del método y los resultados son buenos. Confío en que otras personas puedan sacarle también partido.
Slow-Inver
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