Un spiderman muy malo, pero malo de verdad

Publicado el 18 enero 2013 por Pepecahiers
 
Mucho antes de que San Raimi nos ofreciera su visión de Spiderman, los turcos se adelantaron en 1973 realizando una adaptación a la gran pantalla con su peculiar estilo chapucero y surrealista. Con el título de "Tres hombres poderosos" se atrevieron a juntar en una misma película al Capitán América, la estrella de lucha mexicana "El santo" y al Hombre Araña. Tan singular trío protagonista desarrollan su acción en un argumento delirante, en el que la novedad más bochornosa es la de presentarnos a Spiderman como un navajero psicópata más malo que la quina. En Estambul, la Banda de la araña, capitaneada por un malvado Trepamuros, que aquí, trepar lo que se dice trepar no trepa, se dedica a la falsificación de dólares, pero comete el error de secuestrar a la novia del Capitán América, que con ayuda de "El santo" se enfrentará a tan temible criminal. 
Spiderman es un villano cuyas pobladas cejas asoman por la máscara de forma prominente. Además, su indumentaria cambia las tonalidades, pasando a combinar el verde y el rojo, amén de ocultar una incipiente barriguita cervecera. Ni arroja telarañas, ni se sube por las paredes, se desplaza en coche como cualquier hijo de vecina,  pero maneja con especial saña una navaja y tiene el sorprendente poder de, cada vez que es vencido, replicarse a sí mismo en otro lugar, con carcajada de malvado incluida. Acecha en las duchas y, como un Norman Bates de ínfima categoría,  estrangula a sus víctimas o las apuñala sin piedad. Una combinación entre "Frenesí" y "Psicosis" de Alfred Hitchcock, atreviéndose su director a emular el plano del desagüe y la sangre en la bañera. En una escena, y para demostrar lo malo malísimo que es,  nuestro siniestro Hombre Araña, con la ayuda de sus esbirros, entierra a una mujer en la arena de la playa y con la hélice de una barca le destroza la cara. Después apuñala a un señor con abrigo negro y sombrero, gritando en español "¡Adiós mafia!", aspecto bastante peculiar en una película en la que sólo se habla turco. Les dejo un vídeo con las mejores escenas de semejante despropósito, que a fuerza de ser pésimo consigue ser moderadamente divertido. Si alguien dispone de quince minutos para perder el tiempo...