Por ejemplo, el taladro se deberá atar al penetrador con una comunicación por cable, y la longitud del cable sería limitada y estaría de acuerdo al peso de la sonda. Este cable permitiría que los datos recogidos por el taladro viajasen hacia los instrumentos científicos principales del penetrador, y después los datos se radiarían hacia un orbitador.
Los experimentos de laboratorio demostraron cómo un diseño de perforación térmica funcionó mucho mejor horadando hielo y regolito, a diferencia de una sonda de fusión como como el Criobot que se basa sólo en el calor.
La presión en el interior del agujero se espera que aumente y permita que el agua líquida se congele de nuevo después de perforar el agujero inicial. Esto permitiría que el taladro tomase muestras de agua mediante el uso de una microbomba, además el agujero final producto de la recongelación protegería también el hielo virgen contra una posible contaminación desde el exterior.
Algunos conceptos para explorar las profundidades del océano de Europa que han aparecido en los últimos años, incluían el uso de un sumergible, de hecho la NASA ha probado submarinos robóticos en los lagos frígida de la Antártida.
Pero Weiss, basándose en varios años de experiencia trabajando con robots submarinos, comentó que con la tecnología actual no puede implementarse un submarino en Europa. Tan sólo empaquetar todos los cables que conectan el sumergible a la nave de aterrizaje principal representan un importante problema.
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Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!