Un titular muy triste

Publicado el 09 junio 2013 por Catalega @Catalega
Ayer un titular del diario en la red Libertad Digital me llenaba de tristeza y me hacía pensar sobre nuestro sistema democrático, aunque no le faltaba razón. Decía así: “El PP recupera el control del Tribunal Constitucional”. Vaya por delante que yo estoy en contra de la necesidad de que exista un órgano como el Tribunal Constitucional, pues considero que las garantías constitucionales, la interpretación de nuestra Carta Magna ha de realizarse desde los tribunales de justicia y no desde un “tribunal” nombrado por políticos. Al igual que no comprendo, por ejemplo, la existencia de la fiscalía anticorrupción, como si solo este fiscal fuera el que persiguiera los actos de corrupción, algo que, supuestamente, han de hacer todos los miembros de la Carrera Fiscal. El Tribunal Constitucional está compuesto por doce magistrados, cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados por mayoría de tres quintos de sus miembros; cuatro a propuesta del Senado, con idéntica mayoría; dos a propuesta del Gobierno y dos a propuesta del Consejo General del Poder Judicial. ¿Y los miembros del Consejo General del Poder Judicial quien los designa?, pues sus veinte miembros lo son elegidos por las Cortes Generales, entre jueces y juristas de reconocida competencia. Es decir, que todos los miembros del Constitucional son elegidos por políticos. ¿Qué garantías tenemos los ciudadanos cuando el tribunal que ha de interpretar la Constitución y decidir sobre la constitucionalidad de las leyes y otras actuaciones está nombrado por políticos? En los Estados Unidos de América, por ejemplo, su Norma Fundamental la interpreta el Tribunal Supremo que, para empezar, lo forman jueces con cargo vitalicio. ¿No podría ser en España igual?
Y luego se habla de separación de poderes. Luego nos venden que las decisiones del Tribunal Constitucional son independientes. Lo siento, pero visto lo visto no me lo creo, porque el Tribunal Constitucional es un órgano político, que actúa al mandato de los que los designan o, al menos, esa es la sensación que da.