China ha visto reprimida su libertad de expresión y su arte durante muchas años, que perdura aún en la actualidad. Pero en las últimas dos décadas se han levantado las prohibiciones sobre ciertos tabúes lo que directores como Zhang Yimou o Chen Kaige han sabido aprovechar en La linterna roja o Adiós a mi concubina. No obstante la lucha contra la represión del gobierno chino aún se mantiene férreamente; artistas como el conocido Ai Weiwei arremeten contra ella desde diferentes ámbitos artísticos. Uno de los implicados más actuales es el director de cine Jia Zhang Ke, que en su más reciente cinta, Un toque de violencia, vuelve a hablar de la tensa situación de su país.
Cuatro historias en cuatro provincias distintas que muestran una China enferma por la violencia sin control. Dahai es un minero que llega a la conclusión que mediante la palabra jamás conseguirá acabar con la corrupción de todos aquellos que le rodean, por lo que decide salir a la calle armado con un rifle y tomarse la justicia por su mano. San'er se gana la vida perpetrando brutales crímenes para mantener a su familia y está tan acostumbrado a su trabajo que ni tan siquiera pestañea a la hora de llevar a cabo sus asesinatos. Xiaoyu, desde que recibe una brutal paliza por parte de la esposa del hombre con el que mantiene una relación, se verá expuesta en varias ocasiones a explosiones inesperadas de violencia hasta el punto que no soportará más y terminará por estallar. Xiaohui entra a trabajar como guarda de seguridad en un prostíbulo de alto nivel y se enamorará de una de las chicas, una relación inviable en el mundo en el que viven.
Al igual que ya hizo en Ciudad 24, el director chino vuelve a hablar de cómo el entorno influye sobre el individuo, de cómo las tristes y desoladas calles, las humeantes fábricas y los escenarios que parecen anclados a un tiempo pasado incitan a explotar violentamente a diferentes personajes a lo largo de toda China. Es el propio país el que está podrido y el que acaba destruyendo a sus habitantes: los ricos controlan a los pobres a su voluntad, las personas pacíficas están expuestas en todo momento a la violencia, no hay sitio para el amor y los sentimientos en este oscuro y deprimente, entorno. Jia Zhang Ke muestra una apesadumbrada y amarga visión de la situación actual de China, que además puede extrapolarse con gran facilidad a la sociedad contemporánea a nivel mundial.
Como ya hizo en su momento con otras películas de este director, Cameo edita Un toque de violencia de Jia Zhang Ke, sin extra alguno pero con gran calidad de imagen y sonido, tan solo disponible en DVD.