Un tostonazo

Por Malagatoro

El primero de la tarde, “débil” de pitones


Málaga, 13 de agosto.Tercera de feria. Media entrada.

Toros de Peñajara, muy justos de presentación, sexto terciado e inválido. Sospechosos de pitones. Primero y sexto,descastados y deslucidos, segundo encastado y el resto manejables en diferente grado.

Sergio Aguilar: estocada caída y atravesada que asoma por el brazuelo, dos descabellos, aviso, tres descabellos y el toro se echa. Silencio. Media y aviso. Silencio.

David Mora: pinchazo y estocada caída. Ovación y saludo desde el tercio. Pinchazo, pinchazo hondo, media, aviso, cuatro descabellos y el toro se echa. Silencio.

Arturo Saldívar: dos pinchazos, aviso, dos pinchazos y estocada trasera, caída y atravesada. Silencio. Media trasera y tendida, descabello. Silencio.


Un auténtico tostón padecimos los que presenciamos el festejo de ayer en la Malagueta. Un bajón importante en la presentación y en el juego del ganado con respecto a la corrida, irrepetible, de Guardiola. La ganadería de José Rufino, el amigo de algunos del 7 de Las Ventas, parecía recuperada de la infestación hepática padecida, pero sigue podrida de casta y quizás también con falta de queratina en los pitones, pues los ejemplares que saltaron al albero, “afilados” de salida, o padecían alguna enfermedad o habían recibido la visita del barbero, porque no se entiende que cada vez que remataban en los burladeros perdían las puntas y se desfloraban los pitones. A mi me llegó un fuerte tufo a “aftershave”. A la salida un amigo me espetó “no queríais pitones, pues toma pitones”. Pues le digo que aquellos cuernos no eran normales y la autoridad debiera mandar a analizarlos para comprobar si hubo manipulación o proceso patológico.

Al  primer toro, el más cuajado pero descastado, Sergio Aguilar  lo recibió con una larga cambiada de rodillas en los medios. Anduvo vulgar y acelerado con el capote. Inició la faena de muleta doblándose bien y con torería, pero el animal no tenía recorrido y cortaba el viaje, y anduvo delante de él sin más. Con el cuarto, que fue noble y era manejable, anduvo frio, en vulgar pegapases, carente de temple y ajuste. Parecía que tenía ya varios cortijos y que venía a Málaga a relajarse y comer pescaíto frito. Decepcionante.

Le cupo a David Mora el lote más potable. Al segundo, muy justito de presentación, lo que algunos llaman “el toro de Málaga”, le instrumentó algunas verónicas aceptables y un quite por chicuelinas ceñidas. El burel era exigente y tenía una buena embestida. Buen inicio de faena, para ir apagándose el toro, embistiendo con la cara a media altura y quedándose corto por el izquierdo. Una buena tanda por el pitón derecho y algunos naturales sueltos sin mando para acabar el diestro asfixiándose. Con el quinto descastado, que se tapaba por la carita, ofreció unas verónicas sentidas y templadas, y un vistoso galleo por chicuelinas. En la faena de muleta el toro se vino abajo, quedándose corto en su recorrido. David Mora instrumentó al soso cornúpeta naturales y derechazos sin ton ni son, sin profundidad, sin ajuste y en línea recta. Se puso pesado propinando trapazos sin sentido. Para esta hora, el público comenzaba a abandonar los tendidos, invadidos por el tedio y  para poder llegar con tiempo para ver él partido del Málaga C.F, que jugaba con el Peñarol de Montevideo al que acabó goleando. La labor del jeque en el club malagueño ha devuelto la ilusión a la afición futbolística. Podría hacerse cargo de la gestión de Malagueta a ver si así convierte a esta plaza realmente en un coso de primera categoría y vuelve a ilusionar a los aficionados. Varias veces he visto a  David Mora y a la hora de matar lo hace a voz en grito. Torero de buenas hechuras, pero también decepcionante. Esperábamos mucho más de el. 

Al mexicano Saldivar se le puede justificar en el terciado sexto, que era un inválido y nadie protestó para no prolongar el tedioso espectáculo, que no tenía un pase y al que realizó un trasteo inútil ante las protestas del público ansioso por que finalizara el infumable festejo. Pero no se le puede justificar su actuación con el tercer toro, el más noble del encierro. Abusa de los lances a pies juntos y su toreo a la verónica resultó vulgar, echando el pasito atrás. Valiente pero ayuno de técnica y conocimientos, sin encontrar la distancia adecuada, ahogando la embestida, amén de mostrar falta de temple por los muchos enganchones en la franela. Derechazos despegados, algún natural suelto, y pare usted de contar. Otra decepción.

Lo dicho un tostonazo de corrida, tanto por el ganado como por los toreros de los que se esperaba mucho más después de su paso por Las Ventas. Puede ser  que la humedad y el calor del verano en Málaga les afecte, pues es lo cierto que toreros triunfadores en Madrid cuando vienen por aquí no dicen nada. Pero lo que no se entiende es esta actitud de frialdad y conformismo en toreros que necesitan de triunfos y debieran estar pugnando por llegar a lo más alto en el escalafón.

¡Paz y salud!