Siguenos En Las Redes Sociales
Un trabajo que honra a Dios.
sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno. Ef. 4:28
Hace algunos años, en el territorio sudafricano de Kwa-Zulú, el gobierno excavó canales de riego a ambos lados de un río. Esto hizo que la tierra pudiese ser cultivada. Los zulúes cristianos, a una de las márgenes del río, produjeron cosechas exuberantes y prosperaron. Los tradicionales adoradores animistas, del otro lado, siguieron viviendo en la más absoluta pobreza, produciendo casi nada en el mismo tipo de terreno.
¿Por qué? Los cristianos creían que tenían la responsabilidad delante de Dios de trabajar duro y de vivir sobriamente. Sus vecinos paganos, por otra parte, consideraban que el trabajo era responsabilidad de las mujeres, mientras que los hombres pasaban el tiempo bebiendo y peleando.
La Biblia nos dice que como criaturas hechas a imagen de Dios hemos de “señorear … en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Gn. 1:28). Nos apremia a trabajar con nuestras manos para que podamos proveer para nosotros y para los demás (Ef. 4:28; 1 Ts. 4:11). El trabajo, cuando se realiza con la actitud correcta, puede ser placentero y gratificante. Proverbios 27:23-27 presenta la hermosa interacción entre un trabajo diligente de nuestra parte y la fiel alimentación de parte de Dios.
Cualquiera que sea tu trabajo, hazlo diligente y agradecidamente. En él encontrarás placer y experimentarás la bendición de Dios.
CUANDO DIOS TE DA TRABAJO EN LA VIDA TAMBIÉN ESPERA QUE LE DES VIDA A TU TRABAJO.
Comparte Este Articulo En Tu Red Social Favorita