Un tren de alta velocidad.

Por Jfnietopajares

diciembre 1, 2012 Deja un comentario


Las  infraestructuras son los cimientos sobre los que se construyen los edificios tecnológicos, los servicios que prestamos a nuestros usuarios; los profesionales sanitarios. Para los profesionales deben ser aspectos transparentes siempre que el rendimiento sea adecuado a los servicios que usa  y la disponibilidad suficiente. En un hospital esto equivale a 24x7x365. Si el usuario no se queja es que los sistemas funcionan en condiciones “suficientes”. Hay que tener en cuenta otra valoración subjetiva y es que los usuarios, especialmente los médicos, son muy exigentes con la tecnología y no aceptan esperar a que un reloj de arena desaparezca de la pantalla, con un paciente esperando una receta o un volante de petición (lógico si tras de ese tiene otros 20 esperando en la puerta de la consulta). Especial mención merece Pepe (médico de urgencias) que ante los indicios de bajada de rendimiento del sistema acude diligente al servicio: “ Revisa la red, el jota bos o el Oracle que el sistema va un poco lento”. Es nuestro mejor agente de monitorización.

Tren de alta velocidad

En general, se tiende a minimizar la importancia de las infraestructuras tic’s  en pro de las funcionalidades de las aplicaciones. Participo de esta idea en la medida que lo que añade valor al negocio sanitario, son las aplicaciones, si bien para implementar aplicaciones y servicios son necesarias infraestructuras adecuadas.

Las infraestructuras, responden a estrategias a largo plazo que conforman organizaciones, espacios, regiones, paisajes, etc. Como la red ferroviaria o el tren de alta velocidad (AVE): Chamartín, Miranda o Medina crecieron  con el impulso de la Renfe a mediados del siglo pasado y a Sevilla, Valencia y Barcelona, el AVE les ofrece posibilidades de negocio y relación entre personas y empresas.

En el ámbito TIC’s sanitario las infraestructuras son un puzle complejo de sistemas de comunicaciones, almacenamiento, procesamiento, servicios comunes y de usuarios.  También las políticas TIC’s de empresa conforman un valor tan importante como las infraestructuras: políticas de seguridad, niveles de servicio, interoperabiliad, políticas de contingencia, etc.

Pero las infraestructuras “perse” aportan valores muy importantes que no que no se debe soslayar y en mi opinión superan el valor económico de los propios recursos:

  • Aportan conocimiento a la organización, tanto a los profesionales TIC’s como a los usuarios finales.
  • Aportan confianza a los proveedores: definen reglas de negocio.
  • Generan riqueza tic’s: sistemas que se integran, relaciones entre proveedores, procesos que se automatizan, procesos que se mejoran, sistemas de evaluación, alineamiento de proveedores, seguridad, etc.
  • Imprimen carácter.

Además son unos de los  capítulos principales de gasto de las organizaciones; como hacer un AVE.

En el mundo real no se hacen  vías nuevas para un AVE que ya existe, se cambia la catenaria de forma arbitraria, o se decide cambiar el ancho de vía por un múltiplo de 3.1416, por que el fabricante de la locomotora tiene un nueva versión.

Las infraestructuras tic’s sanitarias, deben responder a planes estratégicos de la organización, alineados con la mejora de procesos de negocio  a largo plazo. Todos los recursos destinados a cambios de infraestructuras no justificados son oportunidades perdidas de mejorar nuestro negocio: curar y cuidar.

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