Un vecino de Poio usaba casi a diario la tarjeta de aparcamiento para discapacitados de un familiar

La Policía Local ha constatado que el fraude en el uso de las tarjetas de aparcamiento de personas con discapacidad no cesa, si bien reconoce que es difícil desenmascarar a aquellos conductores que utilizan estas tarjetas sin padecer minusvalía alguna. Aún así, las quejas de los discapacitados y de otros conductores que detectan el uso abusivo de las tarjetas no dejan de crecer. Fruto de una de estas denuncias, los agentes de la Policía Local lograron descubrir a un vecino de Poio que cada día acudía a trabajar a una oficina oficial de la calle Eduardo Pondal.Según los agentes, sin padecer ningún tipo de discapacidad cada día realizaba el recorrido desde el puente de A Barca hasta Eduardo Pondal y tras comprobar que no había otro lugar donde estacionar su coche, lo dejaba, de 8.30 a 15.00 horas, en una plaza de minusválido. Para ello, exhibía una tarjeta legal, expedida por el Concello de Poio, pero otorgada a un familiar. Para demostrar el fraude, los agentes tuvieron que verificar que el conductor llegaba a Pontevedra solo y regresaba a su domicilio también solo, sin llevar a ningún pasajero que pudiera justificar su labor como transporte de una persona con algún tipo de discapacidad.El coche fue retirado en su día por la grúa y se le impone una multa de 200 euros por mal estacionamiento, si bien no se le puede imputar ninguna sanción por uso indebido de una de estas tarjetas. Cada año se impone una media de 385 multas a coches aparcados sin permiso en estas áreas y la grúa se lleva el 40% de elloswww.farodevigo.es/portada-pontevedra/2014/03/23/policia-local-constata-fraude-tarjetas/991592.html
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