Un viaje a la gastronomía del ayer

Por Azúcar Y Orégano @azucaryoregano

   Historia y gastronomía nunca han estado reñidas. Ambas han caminado de la mano desde los albores de la humanidad o, mejor dicho, desde que el hombre comenzó a lidiar con la cultura. A veces, para observar nuestra evolución culinaria, no hace falta acudir siempre a restaurantes, ya que los museos son los perfectos divulgadores de lo que fuimos antaño.
   Existe un dicho popular que afirma que «conocer nuestro pasado, nos ayuda a comprender nuestro presente e incluso a intuir nuestro futuro». En mi opinión, esta paremia es totalmente cierta y más aún en al ámbito gastronómico. De ahí este nuevo post, por esto y porque soy una apasionada de la historia. En él os muestro la evolución de la cocina a través del Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla y el Museo Arqueológico de Sevilla.

   La decisión de acudir a estos dos templos de cultura se debe a mi pasión y a esa necesidad inherente en mí de saber absolutamente todo de mi tierra. Puede que me guste presumir de ella y sobre todo, traer a mis amigos de fuera y ser una excelente guía turística. Lo admito, en ese aspecto soy bastante pedante.
  Ambos museos fueron tremendamente pedagógicos. Sin embargo, el Museo de Artes y Costumbres Populares es el que alberga más temas relacionados con la cocina. Y no es de extrañar, porque como su propio nombre indica, recoge los pasados hábitos de Andalucía. 

   Parece una tontería, pero hubo algo de lo que me percaté. Últimamente parece que lo viejo está volviendo a la moda bajo el concepto de vintage y yo tengo muchos recuerdos de mi abuela, que vive en un pueblo de Huelva, en una casa típica andaluza. Pues bien, cuando era pequeña me llamaba la atención la decoración de las paredes. Todas ellas estaban repletas de platos de cerámica con ilustraciones preciosas de colores, de cucharas antiguas, de cazos, cazuelas colgando, antiguas sartenes,etc. En ese momento no me daba cuenta, pero ahora que lo pienso, eran verdaderos tesoros de la cocina española. Ejemplares que ahora estaba observando en aquel museo y piezas que incluso los blogueros gastronómicos están rescatando gracias a esa corriente vintage.

   Al final, resultó ser de ese tipo de descubrimientos que siempre han estado delante de tus narices y que al final, han sido otros los que han terminado desvelándotelo. Sinceramente, creo que no solo fue una experiencia cultural, sino también una experiencia personal y quizás os parezca un poco "ñoñas", pero me gustó tener esa sensación tan cercana y sentirme, de alguna forma, también parte de la historia gastronómica.

   En el Museo Arqueológico pude contemplar los comienzos de la gastronomía. Desde los más primigenios, hasta sus inicios más sofisticados y representados en las primeras civilizaciones ibéricas. La comida como supervivencia o la comida como forma de convivencia y de sociabilizarse. Aspectos que no distan mucho de la actualidad, porque seguimos comiendo para sobrevivir y seguimos usando la comida como forma de interactuación con nuestros semejantes.

    Aunque debo ser sincera, en este museo disfruté más con el Tesoro del Carambolo y las innumerables esculturas y restos romanos procedentes de Itálica. Adoro la época grecolatina y disfruté como una niña.

   Con esta nueva publicación os quiero mostrar otra visión de la gastronomía y sobre todo, haceros ver, que incluso nuestros más cotidianos quehaceres diarios serán para la humanidad futura hechos históricos, así que disfrutadlos como nunca.
   Espero que os haya gustado esta nueva publicación, así que no dudéis en comentarla. También deciros que estoy presente en infinidad de redes sociales: TwitterFacebookPinterest, etc., (columna de la derecha) y me gustaría teneros allí también. Os espero en la próxima, aquí, en Recetas de Azúcar y Orégano
Texto e Imágenes: PROPIAS