Un viaje corto y adiós

Por Dayana Hernandez

Una mente que esta constantemente debatiendo acerca de algo que sucedió en el pasado o algo que asume sucederá en el futuro pero nunca viviendo en unidad con el presente. Alimentando enigmas insoportables o convenciones sociales absurdas. Yo no quiero la vida que tengo quiero toda la vida. Yo no quiero sentir el amor que se me ofrece quiero sentir todo el amor ofrecido en el tiempo. No quiero sufrir mis insignificantes sufrimientos quiero sufrir el de todos los siglos. Porque  no soy quien soy pero soy todo el que ha sido maldecido. Soy el abandono del cuerpo en el frío. Soy los que han muerto en la hoguera. Soy toda la sangre en todas las venas. No soy fénix soy Ceniza. Soy huesos. La calcinación astral de todas las almas en sus días. Profundamente comprometida a una vida intelectual, razonamientos inútiles y comportamientos ambiguos. Engañada para creer en una supremacía existencial sobre otras especies. Esclava de la historia y de las nuevas ideologías. Prisionera de una piel como la tuya. Seguidora de todo movimiento corrupto. cansada. Ya no busco una respuesta, más bien busco dejar de preguntar. ¿Creeré en la s redenciones ofrecidas? Creeré en un universo fractal que me ofrezca la salida? El conocimiento, no es la liberación que buscaba. El conocimiento es una prisión, un espejismo, quiero más que nada sentir, no saber (Ser un ser sensitivo es la forma más violenta de existencia, y aún así nos creemos afortunados)

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Arte: Raymond Doulliet